Minucias del doble agente Cozarinsky
El vicio impune reúne una serie de notas publicadas entre 2014 y 2017 en el diario Perfil. En él, Cozarinsky pone en práctica el sofisticado arte de la lectura en desvío: la que no se pregunta por el cuerpo sino a través de un detalle sugerente o una anécdota menor, la que no busca imponer sentido sino sembrar una sospecha. De ahí que se deje seducir siempre por lo particular, lo encubierto, lo descartado, lo despreciable.
Los temas son diversos y a veces rozan lo extravagante. La lista no presume una serie sino una deriva: imitadores y dobles, pequeñas miserias del valijeo literario, aventureras olvidadas, oscuros hoteles para viajeros célebres. (...) Los temas en sí pueden ser o no atractivos, pero el punctum que como lector recorta en ellos es siempre su nota novelesca. Lo iluminado en la narración, lo que emerge en cada relato, es a veces una minucia, pero una minucia tan poderosa que hace temblar el suelo de lo sabido y desplaza la pereza del lugar común que pega imágenes a personajes, acontecimientos y relaciones conocidas. La operación crítica está en la médula del “Dispositivo Cozarinsky” y determina su singularidad. No se trata de una ocurrencia novedosa en lo leído sino de una disposición tangencial de la lectura: el gusto refinado por la asociación libre y la digresión erudita, el brío irónico de la entrelínea, la ambigüedad deliberada y la alusión sutil. Y por ende también de una manera de confiar en la lucidez de aquellos por los que será leído: no hay mayor canallada que la de presumir el patrimonio exclusivo de la inteligencia.