La ciudad ecológica vs. la de “Blade Runner”
Urbanismo sustentable. El arquitecto Vicente Guallart plantea la necesidad de combinar la dinámica de la Edad Media con las tecnologías.
¿Puede el planeta aguantar otro siglo XX?, se preguntaba Vicente Guallart en el 2008 en la Bienal de Venecia. Diez años después desarrolla una ciudad ecológica en China. “Me ilusiona trabajar para cambiar la historia, y eso significa construir nuevos paradigmas”. Dirige un programa en el Institut d’Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC), que fundó, y el máster Prototyping Future Cities en la Higher School of Economics de Moscú. Fue arquitecto en jefe de Barcelona entre los años 2011-2015, y la realidad del día a día de la política no pudo con su apuesta por La ciudad autosuficiente (libro publicado por RBA y traducido al inglés y al chino): “Si las ciudades se alían pueden decidir las reglas de juego para el futuro”.
–¿Urbanismo y naturaleza son reconciliables? –Durante siglos las ciudades han crecido contra la naturaleza, y ahora hemos de renaturalizar las ciudades.
–Por ahora están asfaltando los parques, como el Turó Park.
–Es una lástima y no estoy a favor. –¿Cómo serán las ciudades del futuro?
–Hay una batalla entre el modelo Blade Runner, ciudades organizadas por las corporaciones, y la ciudad autosuficiente y ecológica donde las personas vuelven a producir y además son capaces de controlar su propio destino.
–Eso es mucho.
–Las ciudades importan productos y generan basura. Debemos conseguir ciudades con cero emisiones que produzcan toda su energía y muchos de sus bienes. –¿Modelo Edad Media?
–Sí, pero con las tecnologías digitales. Ser productivos localmente, pero estar conectados globalmente.
–Dicen que es usted pionero en hibridar naturaleza, tecnología y arquitectura.
–La arquitectura del siglo XX tuvo sus reglas, fue la del aire acondicionado, la máquina de habitar; y la arquitectura del si- glo XXI tiene que ser como un árbol. –¿Edificios de madera?
–Sí, pero sobre todo ciudades que producen su propia energía y alimentos, que reciclan sus aguas y donde se da mucha interacción social.
–¿Alguien lo está llevando a la práctica? –Hay proyectos emergentes. La madera será el material del futuro y las tecnologías de la información nos ayudarán a construir el metabolismo del edificio. Si los edificios producen su propia energía acabará la pobreza energética.
–¿Pero lo de la ciudad autosuficiente no es una frase bonita?
–En los acuerdos de París del 2014 se aprobó la implantación de las ciudades con cero emisiones para el año 2050, lo que va a implicar una inversión importantísima, pero al mismo tiempo va a empoderar a los ciudadanos y a las ciudades al desconectarnos, por ejemplo, de los proveedores de petróleo del mundo.
–Muchos de ellos, poco democráticos. –Sabemos que con el petróleo vienen también ciertas formas de gobierno. Ser más ecológicos es también ser más libres. –Para muchos de sus colegas la aspiración consiste en hacer un edificio singular.
–La arquitectura espectáculo murió con la caída de Lehman Brothers, la época del exceso se acabó. La nueva arquitectura icónica en el mundo lo es por lo ecológico y lo social.
–Va usted a construir un barrio en la ciudad tecnológica de China, ¿será sostenible? –Ganamos un concurso para hacer en Shenzhen, capital tecnológica china, todo un barrio, y será sostenible y ecológico. –¿Construirá en madera?
–Apuesto radicalmente por la arquitectura con madera, pero lo primero será reconstruir sus corredores verdes que la rápida urbanización ha destruido.