El malestar francés
A propósito de “Houellebecq, esos síntomas íntimos”, reseña de Damián Tabarovsky en Ñ #798.
Damián, discrepo. Considero que Houellebecq es un escritor notable. Sus novelas son repugnantes, pero conmovedoras. ¿Quién dijo que el arte tiene que ser agradable? Le basta con conmover. El “arte” que agrada y no conmueve se llama “decoración”. El último Premio Nobel, K. Ishihuro, es un escritor impecable, pero le cuesta “patear al arco” al momento de conmover. Las partículas elementales justifica ella solita un Premio Nobel: es terrible como novela, pero tiene picos de una clarividencia que impresiona y deslumbra.
HORACIO FRANCO
Los libros de Houellebecq no sólo son algo premonitorios, lo cual es un aspecto no tan relevante de su obra, sino que resultan también brillantes desde el relato. Darle una vuelta de rosca más a ciertos temas y poner el dedo en la llaga no es para erudición literaria supuesta. Perec, Bukowski, Carver, en esa línea, ni más ni menos. GABRIEL MONTALBÁN
Muy de acuerdo. Hacía mucho un escritor no incomodaba tan bien y era necesario.
FERNANDO ARIEL URRIZAGA
¿Vosotros teneis este escritor . como una cosa mayor sobre literatura? Los franceses saben más del discurso de este escritor que vive de la polémica y de hacer chistes sobre la historia de la gente que sufrió por dinero.
JAIR DE OLIVEIRA