Sin lenguaje inclusivo
El participio activo del verbo atacar es “atacante”; el de salir es “saliente”; el de cantar es “cantante” y el de existir, “existente”. ¿Cuál es el del verbo ser? Es “ente”, que significa “el que tiene identidad”, en definitiva “el que es”.
Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación “ente”.
Así, al que preside, se le llama “presidente” y nunca “presidenta”, independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción. De manera análoga, se dice “capilla ardiente”, no “ardienta”; se dice “estudiante”, no “estudianta”; se dice “independiente” y no “independienta”; “paciente”, no “pacienta”; “dirigente”, no “dirigenta”; “residente”, no “residenta”.
Habría mucho más por agregar, por ejemplo: chofer: no hay chofero ni chofera; dibujante y no dibujanto ni dibujanta; turista y no turisto; editor y no editora, y así ad infinitum.
La última: así como dos hombres casados pueden adoptar una criatura, no es cuestión de sexo ser madre. Es de función.
CARLOS L. BASSO