SIEMPRE NOS QUEDARÁ LA SÁTIRA
Instrumento crítico –catarsis de la angustia ciudadana–, este género noble y corrosivo se masificó al saltar de los diarios a la TV y hoy se expande por las redes a través de memes. ¿Pero hablamos de lo mismo? La sátira no cede ante los nombres solemnes ni ante el poder celestial, y hoy es impulsada por los trolls y los “odiadores”. Sin embargo, siempre sabe a libertad y, en un año electoral, se espera que ella diga lo no dicho, con su singular subrayado.