La gran Nuria reencarna a Lorca
Teatro. La mítica actriz catalana vuelve al país con su versión del Romancero gitano, dirigido por Lluís Pasqual, y así se transforma en broche del Congreso.
En el verano de 2018, Nuria Espert recibió una llamada donde le comunicaban que le había sido concedido el Premio Especial Europa de Teatro tanto por su “extraordinaria trayectoria en los campos de la interpretación y la dirección escénica como por su defensa de las libertades”, según diría el comunicado oficial. Por ese motivo y para poder brindar un pequeño recital en la ceremonia de entrega en San Petersburgo, nació la idea del espectáculo Romancero gitano, inspirado en el poemario que García Lorca publicó en 1928.
Pero la que iba a ser una muestra poética de veinte minutos, terminó siendo un recital de una hora de duración, con dirección de Lluís Pasqual, en la novena colaboración entre el dramaturgo y la actriz española. Su estreno en La Abadía de Madrid en octubre del año pasado siguió consolidando el brillo de Espert, una de las grandes figuras de la escena mundial. La buena noticia es que el espectáculo cierra el VIII Congreso de la Lengua el sábado 30, en el Teatro Real de Córdoba. Además se presentará en el Teatro Cervantes de Buenos Aires, entre el 5 y el 7 de abril próximos.
La obra de Federico García Lorca ha ocupado un lugar destacado en la trayectoria profesional de Espert y Pascual ya que anteriormente se unieron en Haciendo Lorca (1996), La oscura raíz (1997) y La casa de Bernarda Alba (2009). La base de la obra que se verá en Córdoba y en Buenos Aires es la conferencia que el poeta dio en 1935 con introducción y comentarios a su Romancero gitano. “El libro en su conjunto es el poema de Andalucía, y lo llamo gitano porque el gitano es lo más elevado, lo más profundo, más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal”, proclamó Lorca en aquella conferencia. Además, procuraba afirmarse en el carácter antitópico y anticostumbrista del libro, alejándose así de las críticas: “Se trata de un li- bro antipintoresco, antifolklórico, antiflamenco, donde no hay un una chaquetilla corta, ni un traje de torero, ni un sombrero plano, ni una pandereta”.
Los romances lorquianos son además ejemplos de convivencia entre elementostradicionales o cultos y populares. “Una síntesis del mundo clásico y el moderno, entre todos los elementos históricos que convergen en Andalucía: los romanos, los árabes y los gitanos”, ha observado Espert.
“A García Lorca le gustaba leer y decir sus poemas en público”, apunta por su parte Pasqual. También afirma que a través de las mujeres, expresó muchas veces sus sentimientos más profundos. Y las actrices dieron vida a esas mujeres, con sus cuerpos y sus voces. “Nuria es una de las actrices que desde algún sitio escogió Federico para encarnarlo una vez más, siguiendo la luz de Josefina Artigas, de Lola Membrives, de Margarita Xirgu... Y Nur ia ha respirado Federico durante muchos años. Por eso a veces, como un relámpago, aparece en medio de la lectura el recuerdo de algo compartido por la actriz y el poeta más allá del tiempo y de sus normas”.
Espert viene de lucirse en Incendios de Wajdi Mouawad. Su obra anterior fue a las órdenes de Pasqual como protagonista en El Rey Lear, de Shakespeare. De 2010 al 2012 estuvo interpretando La violación de Lucrecia, también del autor inglés.