Retrospectiva Cozarinsky en París
La Cinemateca Francesa le dedica al cineasta y escritor Edgardo Cozarinsky una retrospectiva, que podrá verse en su sede en París entre el 26 de junio y el 7 de julio próximos. Será retratada casi en su totalidad la obra cinematográfica de Cozarinsky, de espíritu cosmopolita y factura independiente, que desarrolló desde 1970 hasta la actualidad.
La función de apertura será el 26 con La guerra de un hombre (1982), a la que le siguen Fantasmas de Tánger (1977) el 27 y El violín de Rothschild (1996) el sábado 29 de junio, día en que el reciente ganador del Premio de Cuento Gabriel García Márquez mantendrá un diálogo público.
Cozarinsky se mudó a París en la década del 70, poco después de realizar su primera película Puntos suspensivos o esperando a los
bárbaros (1970), que no tuvo estreno comercial y se convirtió en un objeto de culto en la Argentina, con la historia anticlerical y vanguardista de un párroco de extrema derecha. Ya instalado en su exilio, en Aprendices de brujo (1977) rastrea las comunidades de exiliados latinoamericanos que evocan la represión como un thriller. Un total de 13 películas conforman la muestra.
“Lo vimos en Montparnasse, paseando su ojo claro y brillante; lo vimos en Buenos Aires, vagando por la noche. En sus películas, escuchamos una voz con tonalidades metálicas que devolvían al pasado un color de amanecer, sentimos el sensual clamor de un bandoneón”, escribe en el catálogo Gabriela Trujillo sobre el cineasta, escritor, ensayista y narrador de historias. “El autor de unas quince películas en nombre de una obra múltiple y cosmopolita que ilumina el límite del tiempo que adorna nuestro presente”.