Un conocido de siempre
Aquel trío que nació con el encuentro entre Edu Lobo y Marcos Valle en un ómnibus, tuvo una de sus pocas presentaciones en TV junto a Lúcio Alves y Dick Farney, y por intermediación de Fernando Lobo, el padre de Edu. “Pero eso no duró mucho tiempo, empezamos a recorrer otros ámbitos”, recordó Valle.
Las influencias eran las mismas, pero las sensibilidades artísticas empezaron a diferir. Dori Caymmi y Edu Lobo, que ya componía desde muy joven, proyectaban sombras profundas. “Escuchar la guitarra de Dori, que recuperaba al mismo tiempo que traía cosas nuevas, era mágico –recordó Valle ante O’Globo–. Era como si se juntaran mi pasado y mi presente. Y Edu con aquella cosa pernambucana, con canciones que ya eran lindas”.
Sin embargo, enseguida “cada uno siguió su camino, pero siempre quedó esa admiración por el otro”, agregó el tecladista, que este mes lanza su nuevo álbum, Sempre (Far Out Recordings), el primero en diez años como solista.
Valle encontró su camino en el cada vez más congestionado circuito del pop. Desde Samba 68 (Copacabana, 1968), alteró y actualizó el samba con la electrónica, un proceso que adquirió mayor densidad a fines de los 70, cuando regresó de Los Ángeles con el baño dorado del funk, el rock progresivo, el disco y el jazz. Sempre recupera la tensión bailable de esa etapa, así como de Marcos Valle (1983) o Tempo da gente (1986), en una muestra de la resiliencia musical de Valle, que venía de participar en discos y formaciones acústicas, con repertorios más íntimos. Un perfil parecido al que mostró en Where Are You, João Gilberto?, el documental de Georges Gachot donde hace una aparición doméstica entrañable.
“Es un disco bien orientado al pop, pero con mucha fuerza. Lo lanzamos e iniciamos una gira por Europa”, declaró Valle a Folha de Sao Paulo. Lejos de los timbres de sus últimas apariciones, Sempre es una declaración de principios basada en el groove y los sintetizadores vintage, un sonido inmediatamente empático diseñado junto al productor inglés Daniel Maunick. Además, participan del disco el bajista de Azymuth, Alex Malheiros, el maestro de percusión de Valle, Armando Marcal, y una sección de vientos encabezada por el trompetista Jesse Sadoc.