El trabajo según pautas bíblicas
Evalúo como muy bueno el análisis sobre las condiciones actuales del trabajo que realiza el psicoanalista francés Cristophe Dejours en la entrevista publicada en Ñ #820, bajo el título “Producir más y más rápido”. Unas condiciones que no pueden dejar de preocuparnos por dos razones. La primera, porque pueden reconocerse en la actual situación laboral argentina. La segunda, porque implican un retroceso en la perspectiva laboral respecto de las conquistas conseguidas, tanto aquí como en otros países, a lo largo del siglo XX. Por eso, considero que este es un buen momento para volver a valorar algunas pautas bíblicas que podrían contribuir a un trabajo más justo, y que redunde en beneficio de las mayorías de los integrantes de las sociedades del siglo XXI. Evitando así que continúe, y peor aún, que se profundice, la lamentable situación en la que –de acuerdo con Dejours–
“en muchos lugares existe un deterioro de la calidad del trabajo” dado que al tener las multinacionales “más poder que los Estados” no les interesa “el crecimiento de las riquezas nacionales, el bien común y la organización de la sociedad”. Entre tantas otras, quisiera mencionar tres pautas presentes en igual número de epístolas del Nuevo Testamento. La primera es la referida a que los empleadores actúen de modo justo con sus empleados, de acuerdo con la exhortación de la epístola dirigida a los
“Colosenses”, capítulo cuatro, versículo uno. La segunda se refiere a que los empleadores no presionen a sus empleados con amenazas, conforme a lo que expresa la epístola conocida como “Efesios”, capítulo seis, versículo nueve. La tercera tiene que ver con el deber empresarial de pagar un salario justo a los empleados, conforme a la advertencia presente en la epístola atribuida a Santiago, en el capítulo cinco, versículo cuatro. Dado que vivimos en una sociedad mayoritariamente cristiana, no debería considerarse como algo raro que en ella se consideren y apliquen las pautas bíblicas mencionadas. Y procurar, de esta manera, que el trabajo revista mejores condiciones en nuestra sociedad argentina contemporánea.
RAÚL E. ROCHA GUTIÉRREZ