¿Para qué pensamos?
El título del libro es deliberadamente ambiguo. La tesis principal establece que nuestro pensamiento es un acto sensorial, igual que la vista, el oído, el olfato, el tacto o el gusto. Mediante el pensamiento palpamos una realidad que en última instancia solo es accesible al pensamiento al igual que los colores son generalmente accesibles solo a la vista y los sonidos al oído. Pero al mismo tiempo también abogo por darle al pensamiento un significado nuevo, una dirección para orientarnos en nuestra época actual, ya que como de costumbre está perturbado por una gran variedad de corrientes ideológicas y propaganda asociada. ¡No tiene usted más que recordar todos los pensamientos que ha tenido últimamente sobre Donald Trump! ¿Tiene algún sentido preocuparse por todos estos pensamientos? ¿No estamos precisamente frente a una de las trampas de la astuta estrategia mediática de Trump que nos incita a hablar a menudo de todos los escándalos que se acumulan alrededor de su personaje?
Debido al flujo de información al que estamos expuestos constantemente en la infoesfera, es decir en nuestro entorno digital, surgen nuevos desafíos para el pensamiento filosófico. El presente libro es un intento de recordar qué significa realmente el acto de pensar a fin de recuperar, a ser posible, algo de control sobre un área que hoy está en manos de los dudosos magos de Silicon Valley y sus adeptos tecnófilos, que reivindican el poder absoluto sobre la creación de inteligencia artificial real.
Debemos desposeer a nuestros dispositivos tecnológicos de la magia que ejercen sobre nosotros y perder la fe en su omnipotencia si no queremos convertirnos en víctimas de la digitalización, adictos sin remedio a la información o zombis tecnológicos.