Fuiste el mejor de todos mis días
Frank O’Hara. Autobiográfico de un modo sistemático y grácil, el poeta era dueño de una primera persona desenvuelta, ligeramente enloquecida, en la que amigos, clima y naturaleza son cómplices confiables.
Por qué no soy pintor
No soy pintor, soy poeta.
¿Por qué? Creo que preferiría ser pintor, pero no lo soy. Y bueno,
por ejemplo, Mike Goldberg empieza un cuadro. Paso a visitarlo. “Sentate a tomar algo”, me dice. Toma; tomamos. Alzo la mirada. “Dice SARDINAS”.
“Sí, le faltaba algo ahí”.
“Ah”. Me voy y pasan los días y otra vez paso a visitarlo. El cuadro sigue avanzando, y me voy, y pasan los días. Paso a visitarlo. El cuadro está terminado. “¿Qué fue de SARDINAS?”. Nada más quedan letras sueltas: “Era demasiado”, dice Mike.
¿Y yo? Un día pienso en un color: naranja. Escribo un verso sobre el naranja. Enseguida hay una página entera de palabras, no versos. Después, otra página. Tendría que haber mucho más, no más naranja, más palabras, de lo terrible que es el naranja y la vida. Pasan los días. Hasta está en prosa, soy un poeta de verdad. El poema está terminado y todavía no mencioné el naranja. Son doce poemas, lo llamo NARANJAS. Y un día en una galería veo el cuadro de Mike, se llama SARDINAS.
Autobiographia literaria
Cuando era chico jugaba solo en un rincón del patio de la escuela sin nadie.
Odiaba las muñecas y odiaba los juegos, los animales no me querían y los pájaros se iban volando.
Si alguien me buscaba yo me escondía atrás de un árbol y gritaba: “Soy huérfano”.
Y acá estoy, ¡el corazón de la belleza! ¡Escribiendo estos poemas! ¡Quién lo diría!
Animales
Ya olvidaste cómo éramos entonces cuando todavía éramos de primera y el día engordaba con una manzana en la boca
preocuparse por el Tiempo no sirve de nada pero teníamos algunos trucos bajo la manga y tomábamos las curvas cerradas
el campo entero parecía nuestra cena no necesitábamos velocímetros sabíamos hacer tragos solo de hielo y agua
No querría ser más rápido ni más ingenuo que hoy si estuvieras conmigo Ay vos fuiste el mejor de todos mis días