Heridas de los Acuerdos de Paz
“Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (lugar de nacimiento de las FARC) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”. Esto decía Iván Márquez, ex número dos de las FARC, a fines de agosto de este año. La declaración de quien fuera el jefe del equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz de La Habana fue divulgada en internet a través de un video. Allí se ve al propio Márquez acompañado de Seuxis Paucias Hernández, alias “Jesús Santrich”, y Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, que hace meses dejaron de cumplir sus compromisos con la Justicia Especial para la paz (JEP).
Los diálogos/negociaciones de paz entre el gobierno Colombiano encabezado por el presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARCEP), también conocidos como proceso de paz en Colombia, fueron las conversaciones que se llevaron a cabo entre el Gobierno de Colombia (en representación del Estado) y la guerrilla de las FARC. Estos diálogos tuvieron lugar en Oslo y en La Habana; se obtuvo como resultado la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en Bogotá el 24 de noviembre de 2016.
La firma del acuerdo de paz estuvo antecedida por los diálogos que tuvieron lugar en: Oslo y en La Habana. El primer acuerdo de Paz, firmado en Cartagena, según la ley debía refrendarse en un plebiscito en el que los ciudadanos debían votar «Sí» o «No» al Acuerdo. El resultado final fue una victoria para el «No». El resultado del plebiscito obligó al Gobierno a renegociar el acuerdo tomando en consideración las objeciones de los opositores del acuerdo. Tras un periodo de negociación con los promotores del No, el gobierno y las FARC acordaron un nuevo texto para el acuerdo de paz el cual se firmó el 24 de noviembre en Bogotá. Este nuevo acuerdo fue ratificado por el Senado de Colombia y la Cámara de Representantes, el 29 y 30 de noviembre.
El Ejército de Colombia calculó, en marzo de 2018, que aunque la mayoría de los aproximadamente 7.000 exguerrilleros de las FARC entregaron sus armas. Por su parte, la exguerrilla denuncia la ausencia de “condiciones dignas” en temas de salud y alojamiento en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, donde están concentrados los exguerrilleros para su proceso de reincorporación a la vida civil.