Los “nuevos impresionistas”
Pintan al aire libre, con un manejo impactante de la técnica y pincelada sucia, sacando provecho de una paleta inusual para resultados realistas. Se distinguen porque sus motivos están inspirados en la basta tradición del arte clásico y los llaman los “nuevos impresionistas”. Esta facción de artistas callejeros recorren festivales de street art imprimiendo en muros de grandes dimensiones sus pinturas referidas a la mitología griega, el Renacimiento y demás a lo largo de la historia. El uruguayo Camilo Núñez, alias Theic, bautizó a esta tendencia dentro del movimiento global, según explicó en “Influencias del arte clásico en el street art”, una charla que ofreció en galería Unión, un espacio de arte con venta de obra, trastienda y atelier que convoca a la tribu del stencil y el aerosol en el corazón de Palermo Hollywood.
Previa advertencia de su condición de autodidacta, tanto en el pintura como en la historia del arte, el graffitero presentó ejemplos de obras de distintos períodos consideradas clásicas, adscribiendo a la definición de Wladyslaw Tatarkiewicz y su Historia de la estética. Cómo Jacques Louis David tomó de los romanos para “El juramento de los Horacios”, su pintura de 1700, hasta Lawrence Alma-Tadema y su inspiración para “La siesta”, que Theic descubrió en el Museo del Prado. “Un holandés que a fines del siglo XIX copiaba en los museos todo lo que llegaba desde Grecia e Italia, como si fuera una función de cine”, relató el episodio sucedido en temporada alta del imperialismo.
Más allá de estas alusiones bien estudiadas en los manuales de bellas artes, el clasicismo está dando el verdadero salto ahora mismo, cuando la pintura sale a las calles interpretada por estos nuevos muralistas. El griego llamado Fikos, en el pasado restaurador de cuadros bizantinos, pintó al poeta lírico perdido de la isla de Lesbos, Gorgo, en la medianera de un edificio en la capital de Chipre. Trabaja en acrílico y hace que la imagen milenaria parezca contemporánea.
La dupla Bosoletti & Young Jarus (formado por el argentino residente en Italia Francisco Bosoletti y su colega canadiense) retoma la escultura de “Apolo y Dafne” de Bernini en una pintura que trabaja con lo invertido, como si fuera un negativo en fotografía. “En un futuro, este será un clásico”, arriesgó Theic, mitad de un colectivo artístico que también retoma motivos clásicos en sus trabajos. Con Petrus van Schendel como antecedente, en especial la iluminación de sus cuadros con velas, pintó en un pueblo de León, España, una versión propia de “Pandora y Epitemeo”, con interpretación siglo XXI del mito de la Caja de pandora. “Me pareció muy patriarcal que sea la mujer la que abre la caja y trae el mal al mundo, y quise volver a esta historia clásica más moderna: el giro es que ella y su esposo están abriendo la caja a la vez”.
“Hoy es el futuro” se titula la obra de Sebas Velasco, artista español formado en la academia, que pinta muros con luz nocturna basados en sesiones de fotografía. La chica con campera Adidas iluminada por la luz roja podría estar en un videoclip de trap, pero es un enorme mural pintado y remite a Joaquín Sorolla por cómo compone su paleta.
Otro giro es el que propone Outing Project, iniciativa del francés Julien de Casabianca que saca las obras de las paredes del museo a la calle, en la misma ciudad. Utiliza pegatinas que imprime y compone en gigantografías de cinco pisos de altura de pinturas como las de Girodet, que aunque pierden en color, ganan con el efecto de la descontextualización.
Porque estos nuevos impresionistas ponen en cuestión la idea del cubo blanco, el rol de las museos para albergar el arte nuevo y las sorprendentes lecturas del arte más canónico puesto a conversar con su contexto, por definición lugares inesperados. Como el caso de Matusao, artista chileno que en un barrio popular de Ecuador pintó un poético mantel con cacharros de cocina, de indudable inspiración en los bodegones de Clara Peeters. “Copiaba la imagen de un celular pésimo y con una paleta enorme mezclaba los colores en el momento, ¡como si usara óleo!”, descibió Theic. “Pinta a la manera antigua”.