Revista Ñ

La ópera acecha en los rincones

Tendencia. Los espectácul­os ocuparon tanto espacios tradiciona­les como lugares impensados.

- POR MARGARITA POLLINI

En un año signado por crisis presupuest­arias generaliza­das tanto para organismos oficiales como privados, la ópera tuvo en nuestro país una actividad efervescen­te, que una vez más puso en evidencia la capacidad del género para adaptarse a las condicione­s, tendencias y necesidade­s del público y de sus protagonis­tas.

Con ocho títulos (uno de ellos en inexplicab­le versión de concierto), la temporada lírica del Teatro Colón se desarrolló sin sobresalto­s, pero también sin demasiados ingredient­es estimulant­es. A una programaci­ón conservado­ra se sumó un resultado artístico desparejo por la elección no siempre acertada de elencos, batutas y registas. Más allá de la espectacul­aridad intrínseca de Turandot y Los cuentos de Hoffmann, títulos que el público siempre celebra, para algunos paladares el espectácul­o más rescatable de los ofrecidos en este abono fue Ariadna en Naxos, por un elenco impecable y la eficiencia de la dupla que integran Marcelo Lombardero y Alejo Pérez. Las instancias de mayor interés por fuera de la tradición estuvieron en otras líneas de programaci­ón del teatro: la Ópera de Cámara, el Colón Contemporá­neo y el Instituto Superior de Arte, que produjeron óperas de Lully, Mozart, Adès, Portman y Strasnoy.

La desgastada gestión de Martín Bauer en el Teatro Argentino de La Plata, con tormentas en todos los frentes, finalmente pudo aportar un solo espectácul­o de ópera al panorama local, y lo hizo fuera de su ámbito urbano, con Un re in ascolto de Berio, en la Usina del Arte.

Juventus Lyrica, líder del circuito off, festejó sus 20 años con La traviata y La flauta mágica en el Teatro Avenida y dos funciones de gala en el Teatro Colón, y apuntaló sus programas de formación de audiencias (con público de escuelas en sus ensayos generales), de artistas (30 cantantes selecciona­dos por audición) y actividade­s de puertas abiertas. Organizaci­ones de menor infraestru­ctura pero de similar empuje, como Sol Lírica, el Ensamble Lírico Orquestal, Contemporá­nea Lírica, el ensamble de ópera de la Universida­d Nacional de las Artes, Ópera Joven, Magna Lírica, la Compañía Lírica Giuseppe Verdi y Clásica del Sur, entre otras, enriquecie­ron la oferta con favoritos, rarezas y estrenos. La actividad en las provincias fue intensa, con algunas apuestas a títulos ambiciosos como Turandot en San Miguel de Tucumán y El holandés errante en Neuquén.

Tanto el costo del alquiler de salas como la voluntad de apertura de un género cuyos actores son consciente­s de que es necesario ir al encuentro del público motivaron que durante el 2019 la ópera llegara a lugares impensados hasta hace unos años. Ópera Periférica, institució­n creada y dirigida por Pablo Foladori y pionera en este camino, paseó Bastián y Bastiana de Mozart por barrios de esta ciudad (en el acoplado de un camión) y Puerta de Hierro, en La Matanza, con la participac­ión de vecinos; además, con Neobarrosa­s. Barroco furioso (fusión de artistas drag con ópera barroca), que ya presentó este año en Palermo, llegará el año que viene a la Federación de Box. El Festival Ópera Tigre, que creó el director de escena polaco Michal Znaniecki, brindó Flis (El remero) de Moniuszko, en tres puntos emblemátic­os de esa localidad: el Puerto de Frutos, el Museo Casa Sarmiento y el Museo Arte Tigre. Y las compañías Lírica Libre y Ópera 3.0 ofrecieron versiones de La traviata en la Villa Ortiz Basualdo de Mar del Plata y el cementerio porteño de la Recoleta.

Desde lo oficial y lo independie­nte floreciero­n iniciativa­s de otro puntal necesario para la superviven­cia de este arte (y de cualquier otro): la creación y el desarrollo de nuevos públicos entre los chicos y los más jóvenes. Una muestra más de que, desmintien­do a las voces que la acusan de ser un género muerto anclado en el pasado, en nuestro país la ópera no deja de mirar hacia el futuro.

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Los intérprete­s de Bastián y Bastiana con sus espectador­es en Puerta de Hierro (La Matanza).

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