NOTICIAS DEL AÑO Y DE LA DÉCADA
El protagonismo de las mujeres, el nuevo gobierno y las protestas de la región son los hechos destacados de esta época.
POR ANDRÉS MALAMUD Politólogo, Universidad de Lisboa.
Sorpresas en la Argentina
La alternancia ordenada. Es la primera vez en la historia que un presidente no peronista y otro peronista se suceden en el plazo previsto por la constitución.
La era de la rabia
En el espacio de pocos meses presenciamos levantamientos populares violentos en Ecuador, Bolivia, Chile, Hong Kong, Líbano, Irán, Argelia... ¡París y Barcelona! El desorden y la furia llegaron para quedarse.
POR ADRIANA AMADO Dra. en Ciencias Sociales y analista
La conversación en red
Si bien las redes como Whatsapp aparecieron hacia el final de la primera década del siglo, fue recién en la segunda que se popularizaron, cuando internet llegó a la mitad de los hogares en muchos países y la conversación se hizo portátil. En 2013 en Argentina ya había más móviles que personas y se mandaban más de diez mil millones de mensajes de texto por mes. Desde entonces ese caudal fue derivándose a la mensajería gratuita, que con la convergencia agregó imagen y sonido. La intercomunicación en red cambió la forma en que pensábamos los medios y la sociedad y empezó a generar conversaciones más allá de los temas de la opinión publicada.
No podemos explicar las agendas que al final de la década acaparan la discusión pública sin esos nodos que activaron los temas de género, medioambiente, activismo, política. Esa conversación es tan inquietante para el sistema que se inventaron nombres para sus efectos, como posverdad, bullying o explosiones sociales. Estos términos delatan el estupor de quienes tuvieron la exclusividad del discurso público hasta hace poco, como periodistas y políticos, que a la vez que recelan de estas conversaciones reconocen los tienen impactos que tienen en este tiempo.
Argentina:
El siglo empezó muy alterado para la democracia argentina, con una crisis cuya gravedad se aprecia mejor al verla reflejada, una década después, en las protestas callejeras de otros contextos. En ese contraste, se vuelve trascendente que el país tramitara su crisis de 2019 por las vías institucionales, con un resultado electoral que a la vez que propuso alternancia partidaria para el ejecutivo, por primera vez en el siglo, consolidó un equilibrio parlamentario, por primera vez en tres décadas. La novedad es que la sociedad ratificó su compromiso democrático sin ceder el poder a un partido hegemónico.
No solo es auspicioso que las elecciones democráticas y pacíficas sean el camino para el cambio político, de por sí signo de una madurez cívica no suficientemente valorada en comparación con lo que pasa en la región. También es novedoso este equilibrio de fuerzas parlamentarias que desconocen los milenials, porque hay que ir a buscarlo en los inicios de este ciclo democrático. Así como en 1989 fue el primer traspaso partidario de poder, en 2019 se recuperó la idea de la coexistencia partidaria y el valor el debate parlamentario. Cabe esperar que los partidos puedan adaptar las viejas estrategias de gobernabilidad para estar a la altura de las nuevas expectativas de esta sociedad.
POR ARIEL WILKIS Decano del IDAES-UNSAM
Big data
La manera que consumimos, las formas que los gobiernos y empresas controlan a sus poblaciones y clientes, la capacidad de producir conocimiento sobre lo humano y lo no humano todo atravesado y transformado por la expansión del big data y el machine learning.
Feminismos
La enorme movilizacion, creación política y generación de consensos de los movimientos feministas en el país transformaron la vida pública y privada, las relaciones entre los géneros, generaciones, lenguajes e inclusive las relaciones con el cuerpo.
Monedas
El proyecto de crear una moneda por parte de Facebook alimenta una revolución en los medios de pago que va más allá de los aspectos económicos. Afecta las capacidades regulatorias de los Estados y contribuye a transformar las relaciones interpersonales y los vinculos afectivos.
Derrota
El año 2019 está marcado por la derrota de un gobierno que presumía quedarse más de un periodo electoral y por la victoria de un espacio político inexistente pocos meses antes. El efecto cultural de la salida de Cambiemos del gobierno aún es una incógnita pero es una certeza que la sociedad que deja se encuentra fracturada y movilizada.
POR ROBERTO HERRSCHER Dir. Del master de periodismo BCN-NY
Una transformación de raíz
Internet y la primacía de las redes sociales lo cambiaron todo en esta década. Es difícil acordarse cómo era el mundo antes de Google, Facebook, Twitter, Instagram, YouTube. Somos reflejo de nuestras pantallas.
En todo Occidente, las historias que el gran público lee, mira y escucha tienen que ver con una búsqueda de la identificación, de una cierta medida de realidad, de autenticidad. La autoficción imperante y el realismo (impuesto por el mercado, no por la revolución socialista) transforman las historias más difundidas en espejos de cada lector, no en escapes a mundos imaginarios. En América Latina, el auge de la crónica y los libros de no ficción son parte del fenómeno: la literatura de hechos reales como un “nuevo periodismo” a la sureña.
El triunfo de las mentiras que una gran masa asustada quiere escuchar y creer. No existen las fake news, las falsas noticias: si son falsas, no son noticias. Mientras internet permite escuchar otras voces, la mayoría se refugia en escuchar solo a los iracundos brujos de su propia tribu. Mientras se puede acceder a la profundidad, la mayoría elige la suprema superficialidad de las respuestas fáciles. Mientras se puede buscar la verdad con mucha más facilidad, los políticos como Trump y Bolsonaro que triunfan desde las redes apelan a instintos primarios y bajos. Las redes influyen decisivamente en las elecciones, y los magos del Big Data controlan los grandes flujos en las redes. La política ha cambiado para siempre.
El crecimiento desbocado de China. Por primera vez desde hace cien años Estados Unidos tiene un contendiente que lo desafía en poder económico además de militar y político. China muestra otra forma de hacer política, combinando libertad económica con autoritarismo político. China prueba que capitalismo y democracia no necesariamente van de la mano. Y su influjo en el mercado de bienes de consumo y de materias primas cambia por completo las relaciones internacionales.
En Argentina, mientras se acrecentaba la decadencia económica y social, el país político finalmente aprendía una civilizada alternancia sin violencia, que no es poco, y en cultural surgen nuevas voces: sobre todo, de jóvenes novelistas y cuentistas y directoras de cine y compositoras mujeres. La década de las mujeres, que en Argentina tuvo un centro mundial con el movimiento contra el femicidio y a favor del aborto legal, en la cultura se vio reflejado con una generación de grandes creadoras.
POR ELEONOR FAUR Doctora en Ciencias Sociales
Género y diversidad
La última década será recordada como aquella en la cual “Ni una menos” cambió las miradas y las vidas de millones de personas. La movilización que estalló en 2015 denunció los femicidios y el adormecimiento que, por fuera de los feminismos, parecía encubrirlos. Al hacerlo, caló la sensibilidad de jóvenes y mujeres de distintas edades, interpeló a los varones y exigió políticas públicas urgentes. Apoyada en décadas de luchas feministas y de la población LGTTBI+, desde aquel día la demanda sumó más y más diversas voces. Instaló los términos femicidio y violencia de género donde antes había “crimen pasional” o “asesinato”, agitó la lucha por la legalización del aborto, cuestionó la histórica desigualdad en la asignación de los cuidados, popularizó al feminismo y el transfeminismo y sumó glitter y celebración en cada espacio de lucha. La década cierra con una sociedad transformada, en la que cada colectivo profesional, social o artístico tiene un espacio de género que analiza la particularidad de la discriminación contra mujeres y LGTTBI+ en su interior: actrices, escritoras, cineastas, profesoras universitarias, centros de estudiantes, y la lista sigue...
En 2019, parte de este vendaval se expresó con el cambio de gobierno y el nuevo posicionamiento frente a la cuestión. Alberto Fernández dedicó parte de su discurso inaugural a la discriminación contra mujeres y otras identidades, jerarquizó los cuidados y creó un Ministerio de las mujeres, géneros y diversidad, a tono con la época. En medio de una crisis profunda y de la agitación de discursos de odio, las mujeres y colectivos de la diversidad son hoy quienes traccionan profundas transformaciones culturales.