ARTEBA: BALANCE MUY POSITIVO
Las operaciones superan las expectativas de los galeristas, que además valoran la gran visibilidad internacional que tuvieron sus artistas en la edición online.
No habrá champagne, no se escuchará la sirena anunciando el cierre de la feria ni los subsiguientes aplausos que cada año llenan el espacio de La Rural, cuando el 30 de abril se dé por terminada esta edición especial online de arteBA. Pero muy probablemente, cada uno en su casa, los galeristas participantes tendrán un gesto satisfecho en el rostro. Es que, al cierre de esta edición, el balance de su participación en la feria online hospedada en la prestigiosa plataforma de Artsy era mucho más favorable que lo que imaginaban el día de su apertura, el pasado 8 de abril. Todos los galeristas consultados por Ñ se mostraron gratamente sorprendidos por las operaciones realizadas o al borde de la confirmación.
Las buenas noticias podrían coronarse el lunes próximo con el posible anuncio de algunas decisiones de compra por parte del llamado Comité Científico Artístico del Malba, integrado entre otros por la directora artística del museo, Gabriela Rangel, la curadoras Victoria Giraudo y Andrea Giunta y el investigador Gonzalo Aguilar.
No son solo las ventas más numerosas que las esperadas las que alientan a los galeristas: también la enorme visibilidad internacional que tienen sus artistas durante los 23 días en que sus obras son accesibles en una plataforma como Artsy, que tiene 2 millones de visitas mensuales.
“Vendimos algunas obras, curiosamente todas a compradores del extranjero –dice
Jorge Mara, de Mara-La Ruche–, lo que dificulta un poco la logística de envíos y cobros. En cambio nos abrió un acceso importante a una futura clientela”. Las obras a las que se refiere Mara son dos de Kvăta Pacovská a un comprador de su país, la República Checa; dos fotos de Grete Stern a una coleccionista de Francia; una de Macaparana a Barcelona; dos pequeñas piezas de Sacerdote a un comprador de los Estados Unidos.
Entre los galeristas consultados también hubo unanimidad en el elogio a Amalia Amoedo, presidente de arteBA, por su iniciativa de impulsar esta edición especial para enfrentar la suspensión obligada de la feria tradicional debido a la pandemia.
“Tuvimos muy buena visibilidad, hubo muchas consultas sobre nuestros artistas. Creo que arteBA y su presidenta Amalia Amoedo estuvieron muy lúcidos en tomar esta decisión e influyeron en el coleccionismo local para promover ventas”, consideró Guido Calvaresi, de Calvaresi Contemporáneo, que había vendido cuatro obras cuando aún faltaban diez días para el cierre.
Una evaluación similar hizo Marina Pellegrini, de Vasari: “Me pareció buena la experiencia de arteBA online. Por supuesto, es totalmente diferente al trato en persona con los clientes y al ambiente de euforia de compra contagioso que se da en la feria todos los años y que todos disfrutamos tanto. Pero dada la realidad que nos toca, me pareció una muy buena iniciativa. Nosotros vendimos bien en la feria, y es un buen ejercicio empezar a adaptarse a lo que creo es lo que se viene. También me reservaron obras que quieren ver en vivo después de la cuarentena porque lógicamente algunos números te piden más reflexión”.
Desde Miami, Daniel Maman, de Maman Fine Art, consideró que fue una excelente decisión pensar en hacer la feria a través de Artsy. “Por primera vez –dijo– artistas y galerías de la Argentina tuvieron un contacto verdadero con los coleccionistas del mundo. El mundo está parado, la gente está en su casa, y mira. Para el arte argentino es la primera vez que nos permite estar en la mirada internacional realmente en serio. Hay que continuarlo y ver de que manera el año que viene se hace mejorando la entrada al sitio”.
Para Mamán, que en el momento de cerrar esta edición estaba en negociaciones avanzadas con importantes coleccionistas internacionales slrededor de obras de Alberto Greco, Nicolás García Uriburu y Mondongo. “Las galerías físicas no van a desaparecer, el contacto humano y con la obra es muy importante. Pero lo virtual irá creciendo, es imparable”.
Si efectivamente el mercado de arte global se dirige hacia un mayor porcentaje de operaciones online –que hoy algunos analistas sitúan entre 7 y 8 por ciento del total– será necesario un esfuerzo adicional para hacerlas más amigables. En esta primera edición online de arteBA, que se organizó con mucho apuro y en pocos días, no hubo ningún límite para la cantidad de obras que cada galería podía exponer. El resultado es que las obras exhibidas suman 3.233, un número quizá excesivo. El visitante puede acceder a ellas por diferentes caminos: por obras, por expositor, por artista, por precio, pero siempre navegando en un océano que parece demasiado vasto y diverso. Las compras se concretan contactando directamente al oferente, no de manera virtual.
Para Julián Mizrahi, de Del Infinito, en lo virtual “se pierde algo básico que es el contacto con el cliente, la poesía de los gestos y el lenguaje no verbal de sorprenderse con una obra o conmoverse con una historia. El formato digital también debe cambiar, renacer como una forma más artística de abordar al espectador, el proceso de compra es muy importante. Estoy seguro de que, mientras se está leyendo esto, hay alguien pensando en nuevas plataformas que aborden al espectador de una manera innovadora”.
Pese a los inconvenientes, las ventas avanzan cuando aun faltan algunos días para el cierre. “Me sorprendió gratamente la cantidad de ventas que tuvimos. Yo tenía expectativas muy bajas porque pensé que en este clima emocional la gente estaría apática o preocupada. Pero no fue así. Los coleccionistas comprometidos salieron a apoyar. Esperaba vender una o dos obras y hasta el momento se vendieron siete; algunos coleccionistas compraron más de una”, comenta Nora Fisch.
Federico Curutchet, director artístico de Barro Arte Contemporáneo, confirmó la venta de obras de Matías Duville, Alejandra Seeber, Gabriel Chaile, Agustina Woodgate y Nicanor Aráoz. Todas las obras fueron adquiridas por clientes y coleccionistas locales, entre ellos, Amalia Amoedo y Alec Oxenford. “La iniciativa de arteBA y Artsy –comentó– fue muy positiva porque nos permitió darle visibilidad a nuestros artistas y volver a entrar en contacto con el público. Y respecto de los valores, hemos considerado la situación actual y hemos hecho descuentos sobre los precios de lista, acordes a la situación de crisis económica que estamos atravesando a nivel mundial”.