Del boca a boca a la viralización del chiste
DAMIÁN FRATICELLI Doctor en ciencias sociales, docente e investigador de la UBA
“Las redes sociales crearon sus propios sistemas de medios. Si antes los productos masivos eran generados por ciertas instituciones, ahora hay una multiplicidad de enunciadores con esas redes como escenario dinámico. O sea, estamos ante un escenario inédito: la expansión del‘humorhipermediático’”.
Quien brinda esta conceptualización es Damián Fraticelli, doctor en ciencias sociales, especializado en semiótica de redes en la cátedra de ese nombre que coordina Mario Carlón en la UBA. En ese marco, el investigador viene preparando un libro sobre estos temas, que en el contexto de la pandemia adquieren características especiales.
Para entender el concepto de “humor hipermediático” como aquello “que genera interpretantes que enmarcan lo social en los juegos polisémicos de lo reidero”, Fraticelli ofrece algunos análisis complementarios.
Por un lado, no cree que la expansión del Covid-19 esté generando mayor cantidad de videos, memes e intervenciones humorísticas en las redes sino que “lo risible se concentra en el mismo tema”. “Hasta ahora, el humor era sobre asuntos tan diversos como la política o el sexo. En este momento, la crisis es planetaria y es casi de lo único de lo que hablan los medios masivos”, explica. A la vez, ya no hay otro que pueda ser objeto de burla sino que todos estamos atravesados por lo mismo. Este desplazamiento da como resultado una ampliación del público que puede sentirse identificado.
A la vez, brinda algunas especificaciones sobre el humor como concepto. “Si hacemos una historización, vemos que el humor siempre tuvo un lugar lateral. No formaba parte de instituciones modernas, como la escuela, por ejemplo. Tampoco de los medios masivos de comunicación sino que tenía sus propias formas de circulación. Y es que como dice Sigmund Freud, la risa es un placer social. Las redes reconfiguran esto porque ya no se necesita legitimación alguna. De hecho, ahora las agencias publicitarias buscan a la gente que hace memes porque eso se transformó en una vía de enorme circulación y visibilidad”, agrega.
Subraya el hecho de la creación colectiva. “Es como los chistes de antes. Uno los compartía sin saber quién era el autor ni preocuparse por eso. A la vez, lo colectivo está en que todos pueden meter mano en el meme, recrearlos, apropiárselos. Pensá en EAMEO: ellos crean muchos memes pero tantos otros son sugeridos por sus seguidores”, apunta.
Fraticelli menciona que actualmente está haciendo un estudio sobre Micky Vainilla, el personaje creado por Diego Capusotto. “Hay gente que se ríe porque entiende que se trata de una crítica a la xenofobia de cierto porteño medio pero hay otro sector que se ríe porque se identifica: Micky dice cosas que ellos piensan y que no siempre pueden decir”, explica. O sea, crear humor no es ser “progre” sino ser parte de una red donde los pactos de lectura no necesariamente son unívocos. Dicho más claramente: cada quien lee según sus propios marcos de referencia.