Lo que se oye de los audiolibros
Otro nuevo soporte digital, el audiolibro, estaba asomando en las grandes editoriales y en algunos proyectos independientes cuando llegó la pandemia. Caro de producir –el costo de convertir una novela a ese formato puede llegar a 2.000 dólares–, en este contexto “habrá que ponerle un paréntesis”, opina Benchimol. ¿Por qué? “El audiolibro y el podcast ganaban terreno en momentos de tránsito, cuando la gente iba al trabajo, por ejemplo; hoy no existe ese tiempo. El consumo de podcast bajó 30%”, informa el consultor quien, sin embargo, cree que los editores han abrazado más ese formato porque les parece atractivo y divertido.
En la web de Penguin Random House se pueden encontrar varios audiolibros. Pero si uno busca uno leído en un español rioplatense, la cosa ya no se hace tan fácil. Entre los títulos literarios con voces locales se pueden escuchar Rayuela de Cortázar y varios de sus libros de cuentos, Quién no de Claudia Piñeiro, en la voz de la escritora y La ilusión de los mamíferos de Julian López, por ejemplo. Si uno se tienta y decide comprar, la página lo remite a la plataforma de Google Play u otras similares. En Planeta apuestan a títulos masivos de psicología y filosofía, con autores como Gabriel Rolón o Darío Sztajnszrajber. En Leamos ofrecen contenidos gratuitos durante la cuarentena: se pueden escuchar novelas de Alan Pauls, Carlos Busqued, Mariana Enriquez y otros, aunque en versión castiza. En audiocuento.com.ar, una linda iniciativa independiente del grupo Heterónimos, se puede acceder gratis a los relatos de autores y autoras jóvenes, acompañados de muy buenas ilustraciones.