Síntomas del encierro cotidiano
Desde el ámbito público, las instituciones privadas y el consultorio íntimo surgen indicios y casos concretos que ilustran de forma negativa: síntomas y efectos que el encierro ha generado en las personas. “Desde que comenzó la cuarentena en las consultas aparecen casos de angustia, ansiedad, miedo a contagiarse, pero el insomnio es el denominador común”, concluyó Claudia Borensztein, titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina en Radio Provincia.
En las primeras semanas del confinamiento “siete de cada diez personas experimentaron algún malestar psicológico (ansiedad, desánimo o insomnio) pero solo entre un 5 y un 8% recurre a un profesional, mientras “resulta preocupante” el uso del alcohol o de alguna medicación para atenuar esos síntomas. la conclusión es de un relevamiento que la facultad de Psicología de la UBA difundido a mitad de mayo. También quedó afectado el dormir bien. “Dormir más de lo habitual es un síntoma depresivo atípico que suele acompañarse de falta de interés por el mundo externo y baja autoestima”, sostenía el estudio. Al mismo tiempo, hay insomnio: “la típica alteración del sueño en los trastornos depresivos y puede estar asociado a preocupaciones acerca de innumerables cambios en los hábitos y rutina de las personas”.
A su vez, el consumo de sustancias psicoactivas aumentó en este tiempo de confinamiento en distintos niveles. El alcohol es el producto más mencionado entre las 1007 personas encuestadas por un investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se trata del 54% de los casos. Le sigue la nicotina 35%, la marihuana (sola o en combinación) 29,6% y psicofármacos un 7,8%. El 20% de las personas que consumieron sustancias, violaron la cuarentena para conseguirlas, y en ese sentido, la psicóloga Florencia Serena explicó que “en ese segmento hay una compulsión a consumir, y es uno de los tantos indicadores que se pueden vincular al consumo problemático.
Sebastián Urquijo, psicólogo, investigador principal del CONICET, integra el proyecto “Evaluación del Impacto Emocional del Aislamiento por Covid-19”. En una columan publicada en Telam escribió que el aislamiento trae problemas, y uno de los grupos más vulnerables es el de niñas, niños y adolescentes.Tienen más miedos, enojo e incertidumbre, además del alto nivel de estrés que sienten en sus casas y que ven en las noticias. Sintonizan nuestros estados emocionales, perciben la exposición al coronavirus como una amenaza, aumentan sus niveles de ansiedad y aparecen en comportamientos desafiantes como enojarse, gritar o discutir, más que en llanto, tristeza o preocupación”. A su vez, Urquijo sostuvo que los más jóvenes tienen más depresión, ansiedad y afecto negativo que otros grupos de edad. Son los más afectados a medida que pasa la cuarentena. Mas de un 20% informó niveles moderados o graves de depresión al inicio y, dos semanas después, subió al 25%.
Según el indicador Google Trends, las búsquedas de los términos “insomnio” y “no puedo dormir” alcanzaron un máximo histórico en abril.