DE LO ANCESTRAL A LO CONTEMPORÁNEO
Covid-19 + QR. Un proyecto de la artista y curadora Patricia Hakim da acceso al trabajo y a las condiciones de producción de artesanos de distintos puntos del país a través de nuevas tecnologías. Un puente entre realidades diferentes.
Cómo unir la tecnología actual digital con técnicas de producción artesanal? ¿Cómo hacer del hiato que las separa un puente para reunirlas sin que pierdan singularidad? ¿De qué manera acercar temporalidades culturales y productivas disímiles? Son preguntas alentadas por el proyecto QR: entre lo ancestral y el futuro, que pensó y puso en marcha, en 2016, la artista y curadora argentina Patricia Hakim.
El código QR (siglas en inglés de Quick Response, respuesta rápida) es un gráfico bidimensional –considerado la evolución del código de barras– que, al ser leído por un teléfono móvil o determinados dispositivos con un lector específico, remite de manera inmediata a información subida a la red. Hakim le pidió al artista Joaquín Fargas, vinculado a la ciencia y la tecnología, el diseño de nueve QR. Cada uno de ellos se los envió a un artesano de alguna zona del país, quien replicó el diseño con una técnica y un material tradicional. ¿A qué información nos llevan estos gráficos? A un video realizado por el artesano explicando el proceso de confección de su QR. El noveno código plantea otra vuelta de tuerca que expande nuevos sentidos. Se trata de una “flor robótica”, realizada por un diseñador industrial, y producida mediante impresión 3D, en cuyos pétalos se encuentran cada uno de los ocho QR artesanales y, en el centro, se ubica el noveno. Este “QR 3D” está inspirado en el cuento “El Aleph” de Jorge Luis Borges, como aquel punto donde convergen todos los puntos, en donde todas las cosas suceden.
El trabajo de Hakim, logrado con el apoyo de Mecenazgo y del Premio InnovaciónCreación del Ministerio de Cultura de la Nación, lleva a repensar varios temas. “La propuesta busca recuperar y ampliar los sentidos de la artesanía, del arte y de la tecnología al tensar diversos contrastes productivos: conectando, exponiendo y difundiendo –en forma poética, inédita y tecnológica– las técnicas ancestrales y sus artesanos. Inversa y simultáneamente, entre los objetivos también están los de exponer y divulgar –en forma poética, inédita y artesanal– las tecnologías actuales. En este preciso juego de aparentes contradicciones tempo-culturales, de tradiciones e innovaciones, de aislamiento e interconexiones, de simplezas y complejidades, de pasado y futuro, es donde se centra el objetivo del proyecto: unir mundos”, escribió Hakim.
Una de las consecuencias es la visibilidad que la propuesta otorga a los artesanos, a sus métodos de trabajo y contextos culturales. En ocasiones, cuando un artista recurre a ayudantes, estos quedan subsumidos en el resultado final y bajo el peso del nombre del artista impulsor de la obra. Hakim invierte esa lógica al poner en juego sus nombres y difundir su universo productivo. Las técnicas y los materiales empleados por cada colaborador dan cuenta de los diferentes mundos: Claudia Aybar (Tucumán) y la técnica randa con hilo de algodón; Eusebia Reynaga (Jujuy), con cerámica y barro colorado; Marisel Castillo (Salta), con tejido a una aguja y lana de oveja; Mariela Bys (Misiones), con bordado; Ricardo Contreras (Santiago del Estero), con pallado santiagueño simple o de un hilo sobre telar vertical e hilado de algodón; Marcelo Mazzarelli (Santiago del Estero), con cuero vacuno con pelo curtido, tientos de cuero crudo y ramas; Mabel y Analía Rodríguez,de la Asociación Qomlashepi Onataxanaxaipi (Chaco), con cestería; María del Carmen Toribio (Formosa), con la técnica de punto yica y chaguar; y Jorge Chernoff y Tomás Chernoff
(Buenos Aires), con diseño industrial e impresión 3D.
Los artesanos usan materiales naturales y varios realizan, incluso, todo el proceso productivo de su materia prima. Por ejemplo, Marisel Castillo, quien pastorea las ovejas y luego hace el hilado y elabora los tintes naturales; o Eusebia Reynaga, que trae dos clases de arcilla desde la montaña, las prepara y amasa. Aprendieron la técnica de sus ancestros y es la misma que enseñan a sus descendientes y a todos quienes quieran aprenderla. “También incluí el sincretismo artesanal que se puede encontrar en la randa tucumana (técnica devenida de los encajes y saberes de las mujeres de los conquistadores), en el bordado misionero, en el carpintero criollo de Santiago del Estero”, cuenta Hakim a Ñ.
Cada artesano contó con la cercanía de un
coordinador en su lugar de pertenencia y de este diálogo surgieron, a su vez, esclarecedores microrrelatos de vida.
La pandemia del Covid-19 llevó ahora a Hakim a una nueva propuesta: Covid19+QR. Les propuso a los mismos artesanos hacer un barbijo con su técnica y materiales habituales. “Lo que hice con Covid19+QR fue reactivar el proyecto entre lo ancestral y el futuro y convertirlo en un work in progress al sumarle una capa más de actualidad. Esta segunda propuesta surgió de manera más impulsiva para lanzarla a las redes y poner en evidencia la problemática de la pandemia”, explicó la artista. Los dípticos con cada QR y el tapaboca vuelven a visibilizar y a poner en contexto los diferentes mundos y experiencias de vida mientras reactivan los relatos en el marco de la urgencia sanitaria y social actual. El QR realizado en impresión 3D deriva ahora en una mascarilla de protección.
A su vez, toda la propuesta de Hakim con la ampliación de los tapabocas cobra una nueva dimensión pedagógica. En un momento en el cual los contenidos educativos buscan adaptarse a toda velocidad a las necesidades de la escolaridad a distancia, se pone de relieve la perspectiva didáctica que conllevan los QR con información sintética y clara, acompañada de música e imágenes de los productores y sus lugares de trabajo.
El proyecto artístico QR: entre lo ancestral y el futuro surgió como una práctica artística colectiva, experimental y multidisciplinar con la imagen icónica del QR como ventana a distintos mundos con sus historias de vida individuales, tradiciones culturales, relatos y memorias. Y éstos, a su vez, impactando en la particularidad de las tecnologías más recientes. La propia naturaleza del proyecto hizo posible su despliegue hacia un presente en transformación, signado por la pandemia con su propia imagen icónica del barbijo. Otro tiempo se suma como estrato histórico reconfigurando mundos unidos también por esta inédita actualidad.