Como cabello de mujer en llamas
Poesía. Inspirada, lanzada, torrencial, la nonagenaria escritora austríaca Friederike Mayröcker, tan reconocida en su idioma como desconocida en el nuestro, hace de la literatura una caja de Pandora.
inventario de un lapso de vida
en mi mochila un tronquito de tomillo dos monedas un lápiz romo anotaciones arrugadas migas de galleta una pinza verde para la ropa la tarjeta de visita de una germanista japonesa un peine pequeño y desdentado las hormigas de Dalí sobre una hoja de música
Tilo cintilante
“Hacia el clarísimo limón oh arce tañendo tanto el arpa; derraman guirnaldas su rojo sanguíneo como cabello de mujer en llamas: rastro playo de la luz vagando en el lácteo mediodía
Torre de Hölderlin, junto al Neckar, en Mayo
esta pizca de Hölderlin en la habitación de Hölderlin rojo claro / de pie en el corredor rodeado de pétalos caídos nada más la habitación vacía sólo el vaso las flores dos sillas viejas abro una ventana en el jardín dices tú los árboles son todavía los mismos que entonces pero se oye un sonido música ahora brilla la azulada ola de plata
cómo te nombro cuando pienso en ti y tú no estás:
mi fresa silvestre mi lagartija confitada mi cucurucho consuelo mi hilador de seda cuco de mis cuidados mi Aurelia mi flor de grava mi criatura en sueño mi mano matutina mi muyolvidadizo crucero de mi ventana mi ocultador lunar mi cayado argénteo mi crepúsculo vespertino mi hebra solar mi liebre hocicuda mi cabeza cervuna mi pata de liebre mi rana de escalera mi guirnalda de luces mi ladrón de primavera mi jamelgo temblón mi caracol de plata mi tintero mi zorro escobillero mi talador mi fugitivo tempestuoso mi guardaosos mi muestradientes mi oreja de caballo mi árbol en el Prater mi cuerno espiralado mi portamonos mi fin de invierno mi alcaucil mi medianoche mi contador regresivo
(¡da capo!)