Un pacto necesario y tenso
Vuelos. Israelíes y emiratíes ya no exigen visas para viajar entre sus países. La región observa expectante.
Israel y Emiratos Árabes Unidos, que acaban de establecer relaciones, acordaron eximir de visados a sus ciudadanos, la primera medida de este tipo que Israel concede a un país árabe. Algo muy irritante para Palestina y quienes defienden sus derechos. Una delegación de Emiratos, conducida por el ministro de Asuntos Financieras Obaid Al Tayer y el ministro de Economía Abdalá bin Tuq Al Mari, llegó a Israel en la primera visita oficial desde la normalización de relaciones entre ambos países. Los participantes llegaron al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv a bordo de un avión de Etihad Airways, acompañados por el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin. “Eximimos a nuestros ciudadanos de visados”, anunció Benjamin Netanyahu, en el aeropuerto.
“Recordaremos este día como un día glorioso para la paz”, afirmó Netanyahu, rodeado de Tayer y Mnuchin. Tras esta intervención, firmaron cuatro acuerdos sobre exención de visados, protección de las inversiones, aviación y cooperación científica. Los emiratíes son los primeros ciudadanos árabes que pueden viajar a Israel sin visa. Los dos países esperan cosechar dividendos de sus relaciones, que rompieron el “consenso árabe” que ponía como condición cualquier normalización de relaciones con Israel la solución del conflicto con Palestina.
Los dos países firmaron el 15 de septiembre en Washington el acuerdo de normalización. Baréin firmó el mismo día un mismo acuerdo. Estos dos Estados del Golfo son los primeros países árabes que normalizan sus relaciones con Israel, tras Egipto en 1979 y Jordania en 1994. Los palestinos, por su parte, denunciaron estos acuerdos como una “traición”. Emiratos y Baréin, monarquías árabes sunitas del Golfo, nunca estuvieron en conflicto con Israel y comparten con este país una animosidad por el Irán chiita. Ambos países son aliados de Arabia Saudita, líder de las monarquías del Golfo y rival regional de Irán. Trump intenta convencer a Arabia Saudita y Sudán, de acercarse a Israel.
Un reconocimiento de Israel por parte del reino saudita constituiría un verdadero punto de inflexión en Oriente Medio. Pero los responsables sauditas aseguraron que no tienen intención de seguir el ejemplo de Emiratos y Baréin.