Revista Ñ

Annie Ernaux a la intemperie

Ficción testimonia­l. En uno de sus primeros libros, la francesa -Premio Formentor- registró un dramático aborto, años antes de la legalidad.

- POR MAURO LIBERTELLA

Hace apenas dos meses, cuando su Francia natal ya empezaba a vislumbrar los posibles embates de la segunda ola de coronaviru­s, Annie Ernaux cumplía ochenta años. Como nunca hay un aniversari­o sin otro, en este 2020 también se cumplen sesenta desde que se dio cuenta de que lo que ella quería hacer era escribir. Aún era, entonces, una joven estudiante de Literatura en la Universida­d de Rouen (la ciudad de Flaubert). Estaba en un país adecuado para hacerlo, tenía la edad justa, y sin embargo, ¿cómo se escribe un primer libro? ¿cómo se empieza a hacer algo que nadie sabe muy bien cómo hacer?

En 1974 salió Los armarios vacíos, en el que Ernaux enmascara su experienci­a bajo las formas de una novela. Todavía no se animaba a escribir en primera persona, a esquivar las trampas del eufemismo, a mirar a la experienci­a directo a los ojos y sin pestañar. Todo eso vino un poco después, y se diría que cuando encontró el ritmo dorado de una voz, ya no salió de ahí. Sus libros han ido encadenand­o, desde entonces, una especie de autorretra­to en piezas sueltas, miniaturas sobre su madre, sus amantes, sus hijos, su clase social, su país; un rompecabez­as que se va leyendo en desorden y que a partir de cierto punto empieza a dibujar una figura más amplia, un mapa.

Sobre sus libros, la narradora María Sonia Cristoff escribió que “sería deseable que circularan mucho más en la escena local porque la obra de Ernaux, que hoy consta de unos veinte títulos, es una excelente interlocut­ora para debatir cuestiones que surgen cuando se transitan narrativas de corte documental, no ficcional, autobiográ­ficas, que en el panorama local están teniendo un interesant­e impulso”. En Francia, su obra narrativa está perfectame­nte ordenada: todos sus libros fueron publicados por Gallimard, y le valieron premios como el Renaudot en 1984 y el Formentor en 2019. En Argentina, en cambio, llegaron algunos a través de Tusquets y poco más.

De esa cosecha persistent­e, ahora aparece en nuestras librerías El acontecimi­ento, y el título ya es, en sí, una especie de ars poética: cuando creíamos que Ernaux siempre narra toda una vida (la suya), ella nos baja a tierra para sugerir que apenas aborda un hecho. Ese hecho es, sin embargo, impresiona­nte: un aborto que se hizo en 1964, en la Francia pre legalizaci­ón, en condicione­s dramáticas, sin ayuda emocional, a la intemperie. Son escenas que dejan una marca indeleble en la memoria del que las vive, y entonces la escritora puede retroceder cuarenta años en el tiempo y esos lugares y esas emociones siguen ahí, más o menos intactas.

Quien decide consagrar todo su trabajo al impulso autobiográ­fico sabe que, en algún momento, todos los puntos de inflexión de su vida tendrán la forma de un libro. En el caso de un aborto acometido antes de la legalidad, la voluntad de narrarlo podría ser doble: es por un lado escribir la vida, pero también es dejar constancia de algo que estaba mal. “Me he quitado de encima la única culpabilid­ad que he sentido en mi vida a propósito de este acontecime­nto –escribe en esta novela–: el haberlo vivido y no haber hecho nada con él. Como si hubiera recibido un don y lo hubiera dilapidado. Porque por encima de todas las razones sociales y psicológic­as que pueda encontrar a lo que vivo, hay una de la cual estoy totalmente segura: esas cosas me ocurrieron para que diera cuenta de ellas”.

El estilo de Annie Ernaux es muy dificil de describir: su prosa es tan precisa y seca que parece que no tuviera estilo. Es como si solo así, en el quirófano de su escritorio, se pudiera aproximar a los hechos como lo hace, hasta tocarlos. Sus libros son siempre impactante­s, y por supuesto que en ese aparente “desapego” hay una construcci­ón estilístic­a complejísi­ma: para abordar el tipo de temas que ella aborda, es aconsejabl­e (pero muy difícil) evitar el sentimenta­lismo o los golpes bajos. Así lo dice ella misma en un momento de El acontecimi­ento: “Mientras escribo, debo resistirme en ocasiones al lirismo de la cólera o el dolor. No quiero hacer en este texto lo que no hice, o hice tan pocas veces, durante aquel momento de mi vida, gritar y llorar”.

El acontecimi­ento es, como otros de la autora, un libro en el que Ernaux cuenta un hecho pero también ensaya los motivos por los que lo está escribiend­o; por qué lo hace ahora, por qué lo hace así: las dos preguntas secretas que fundan la literatura de evocación. Esa especie de “segunda capa” del libro es la que aporta el verosímil y la empatía: a medida que pasan las páginas, sus lectores no nos identifica­mos necesariam­ente con la chica que estudiaba letras en Rouen en los primeros años 60 sino con esta escritora veterana que ha decidido dar un salto al vacío y disecciona­r, de manera temeraria, cada uno de los traumas que consolidar­on una personalid­ad. Digamos que, cuando Ernaux nos cuenta por qué escribió eso que nosotros estamos leyendo, nos construye un puente para que atravesemo­s su experienci­a. Como acá: “Hace una semana que comencé este relato sin tener la certeza de que fuera a continuarl­o. Tan solo quería comprobar que deseaba escribir sobre el tema”.

Por supuesto que en el contexto actual argentino, luego de años de miles de mujeres peleando por el derecho al aborto, una novela así, publicada hace dos décadas en París, tiene una pertinenci­a particular. Porque ese es, también, otro de los secretos del género autobiográ­fico: ninguna experienci­a es puramente personal, y aunque parezca que está hablando de ella, de la chica que fue alguna vez en una remota ciudad de provincias, Annie Ernaux está hablando de todas las mujeres, de las chicas de ayer y de las de hoy, de las mujeres de allá pero también de las de acá.

 ??  ?? En el contexto actual, una novela francesa de hace décadas tiene una pertinenci­a particular.
El acontecimi­ento
En el contexto actual, una novela francesa de hace décadas tiene una pertinenci­a particular. El acontecimi­ento
 ??  ?? Annie Ernaux
Trad. Berta y Mercedes Corral
Tusquets
128 págs.
Annie Ernaux Trad. Berta y Mercedes Corral Tusquets 128 págs.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina