Svetlana contra el tirano
Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura en 2015, denunció en septiembre que unos individuos intentaran asaltar su apartamento en Minsk, la capital de Bielorrusia, que fue escenario de un mes de protestas contra el presidente Alexánder Lukasehnko, a quien acusan de haber manipulado las elecciones del pasado 9 de agosto.
La escritora había sido interrogada a fines de agosto por el gobierno. No ha participado en las movilizaciones contra la represión pero figura como miembro del Consejo de Coordinación de la oposición y ha hecho declaraciones en contra de Lukashenko.
Alexiévich es la última dirigente de la oposición que permanece en libertad en el país después de que unos hombres enmascarados detuvieran al abogado Maxim Znak. Tras el incidente Alexiévich, que no ha coordinado las protestas pero se la considera una autoridad moral de la oposición, les pidió a los periodistas que fueran a su casa.
Diplomáticos de varios países europeos también se presentaron para darle su apoyo. Explicó que una mañana había recibido varias llamadas telefónicas y que luego alguien había intentado entrar en su apartamento. “No queda ninguno de mis correligionarios de la dirección del Consejo de Coordinación. Todos están en prisión o expulsados del país”, escribió en un comunicado tras conocer la detención de Znak.
“Lo que está ocurriendo es terror contra el pueblo”, dijo Alexiévich. En un comunicado publicado en la página web del Pen-Center bielorruso, respondió a las acusaciones del Gobierno. “No preparamos un golpe de Estado. Queríamos impedir la fractura del país, queríamos que comenzara un diálogo en la sociedad”, explicó la escritora.
Por su parte, Svetlana Tijanóvskaya aseguró que Lukashenko tiene miedo y “trata de paralizar la labor del Consejo de Coordinación”. Tijanóvskaya fue la candidata de unidad de la oposición en las elecciones del 9 de agosto y se exilió a Lituana tras las elecciones.