Pakistán sobrevive al Covid, pero no a la polio
Salud. Este país utilizó con eficacia las redes sanitarias y sociales para cercar la pandemia. Ahora vuleve a luchar contra la poliomielitis.
Cuando el coronavirus llegó a Pakistán a fines de febrero, hubo muchas dudas respecto de la capacidad del país para manejar la carga de enfermedad adicional. En ese momento crítico, Pakistán recurrió al equipo que trabaja para erradicar la polio. Hoy Pakistán y Afganistán son los dos únicos países del mundo con poliovirus salvaje endémico. El gobierno pakistaní trabaja codo a codo con la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis para vacunar a todos los niños del país.
Pakistán ha hecho grandes avances en el combate a la polio en los más o menos 35 años que pasaron desde que volví al país para comenzar mi carrera académica y sanitarista. En aquel tiempo, en casi todas las esquinas podían verse niños paralizados por la polio pidiendo ayuda a los transeúntes. Hoy es extremadamente infrecuente hallar personas jóvenes afectadas por la polio, lo cual da testimonio de la eficacia del programa de erradicación.
Pero en marzo de este año, la pandemia de Covid obligó a suspender las campañas de vacunación contra la polio. Entonces, la experiencia y la infraestructura desplegadas en el combate a la polio se pusieron al servicio de detener la Covid, y eso ha sido un elemento fundamental de la respuesta de Pakistán. Un hecho crucial es que el programa contra la polio ayuda a vigilar la difusión del coronavirus usando algunos métodos y herramientas empleados para el seguimiento del poliovirus. Para frenar el contagio de la Covid y de la polio, el programa ahora hace seguimiento y detección de los dos virus en tándem. Más de cien laboratorios en todo Pakistán se han readaptado para hacer pruebas de Covid y hacer un seguimiento espaciotemporal de los contagios de coronavirus.
El programa contra la polio tiene años de experiencia en responder a rumores y falsedades similares, y ahora usa las plataformas sociales (WhatsApp) para difundir mensajes sobre prevención del Covid y trabajar con líderes religiosos e influenciadores comunitarios fiables en la provisión de información sanitaria exacta. En pocos meses, el programa llegó a casi 25 millones de personas sólo a través de las redes sociales.
En Islamabad opera una línea telefónica de protección de la salud, llamada Sehat Tahaffuz1166, que se creó para dar a padres y cuidadores información sobre las vacunas contra la polio y otras enfermedades; desde que empezó la pandemia de Covid está recibiendo cada día hasta 70.000 llamadas en las que brinda información sobre síntomas y medidas de prevención, datos de contacto de centros de diagnóstico y derivación a hospitales para la obtención de ayuda médica.
Contra viento y marea, Pakistán ha logrado mantener las tasas de contagio y muerte por Covid en niveles relativamente bajos. Pero es indudable que la suspensión de las campañas de vacunación contra la polio ha llevado a una mayor difusión del poliovirus, lo que fue uno de los motivos por los que la OMS y la UNICEF hicieron un llamado a la acción urgente para evitar una potencial epidemia. Las campañas se reiniciaron con medidas de protección adicionales para el personal de vacunación y las familias, y se mantiene el compromiso del programa con dar apoyo a la respuesta a la COVID 19. Pero estas interrupciones sirven de recordatorio de lo rápido que puede revertirse el progreso contra la polio y otras enfermedades.
Continuando la inversión en el programa pakistaní contra la polio, el mundo puede ayudar al país a dar una respuesta más eficaz a amenazas sanitarias globales antiguas y emergentes. La COVID 19 muestra a las claras que hoy esa ayuda es más necesaria que nunca.