Nuevas maneras de habitar
Covid. Si algo encendió la pandemia fue la reflexión crítica sobre las formas de vida, de disfrute y de trabajo.
Si algo encendió la pandemia fue la reflexión crítica sobre las formas de vida: prácticas tan cotidianas como subir a un transporte público, ir al trabajo, reunirse, se convirtieron en experiencias a resignificar. También los consumos culturales fueron centro de un debate que obligó a redefinir los modos de producir y acceder a la cultura.
El filósofo y politólogo Eduardo Rinesi aseguró que una idea “bastante extendida” es que “deberemos tener un Estado más presente en nuestras vidas” y sostuvo que “decir que la nueva normalidad será con más Estado es meternos en una zona de mucha discusión porque la cuestión es al servicio de los intereses de qué sectores sociales debe estar”.
En tanto, Natalia Romé, doctora en Ciencias Sociales por la UBA, reflexionó sobre cuánto de nuevo plantea este escenario y consideró que “la ‘decisión’ de no imaginar el futuro, de no pensar las consecuencias de muchas decisiones no difiere de la que hace posible que los pueblos acepten endeudamientos impagables y condenatorios”.
¿Cómo se tradujeron estas nuevas formas de habitar lo social en relación a las prácticas culturales? ¿Será capaz de reinventarse la forma tradicional de bailar el tango? ¿Volverán los recitales multitudinarios? Artistas, productores y gestores circundaron estas ideas, siempre en el terreno de la hipótesis.
Rodolfo Hamawi planteaba una ambivalencia que desató el consumo digital de la cultura: “Vivimos una situación paradojal: por un lado, la centralidad que han adquirido los consumos digitales de cultura. Por el otro, la cultura está en nuestras casas todos los días, pero los músicos, actores, productores, cineastas, están sin posibilidad de trabajar”.
Esa bisagra entre un mundo y otro, el quiebre de la “nueva normalidad”, reveló otra cosa, como sostuvo Cynthia Edul, dramaturga y narradora: “La cultura es un espacio de socialización que se fue construyendo, a partir de pactos sociales, en circulación a través de espacios como teatros, librerías, museos, centros culturales. De repente eso se interrumpió y no se sabe cuándo se podrá volver a circular y cómo. Entonces, creo que lo que debe ser repensado es la idea de socialización”.