De Bariloche a los mates en París
La pandemia mundial de coronavirus ha empujado a la curadora e investigadora Paz Núñez-Regueiro a la modalidad del teletrabajo. Mientras su marido hace lo propio desde el living, ella responde las preguntas de Ñ, entre mate y mate, desde la cocina de su casa en Francia. No hay exotismo alguno en el ritual de la pava y la yerba. Ella misma lo explica: “Mis padres son argentinos. Nací en Francia cuando ellos estaban haciendo el doctorado. Al final de la dictadura, nos mudamos a San Carlos de Bariloche donde mis padres habían estudiado. Viví allí durante
cinco años antes de que mi familia decidiera establecerse permanentemente en Francia. Mi estancia en Bariloche sigue siendo el momento más importante de mi infancia y adolescencia. Viví allí con total despreocupación, desconociendo la realidad de la dictadura militar, consciente de que vivía en uno de los lugares más bellos del mundo. Fui a la escuela inglesa, seguí la Alianza Francesa en la escuela alemana, mis compañeros eran descendientes de colonos suecos o ingleses, solíamos ir a Colonia suiza los fines de semana... Hoy me doy cuenta de que vivía en un ambiente muy privilegiado, en el corazón de la herencia colonial, en esta micro sociedad internacional y multilingüe tan característica de la época de la inmigración europea a la Araucanía y la Patagonia en el siglo XIX. Al final, escuché muy poco sobre los mapuches o los tehuelches, excepto en la escuela. Esta invisibilidad me preocupa hoy en día; refleja la completa marginación de las comunidades indígenas”.