Discos oldies y modernos
UNKNOWN PLEASURES
Joy Division
Tras su aparición en el famoso EP Factory Sample, de 1978, financiado por una celebridad de la televisión local, Tony Wilson, los Joy Division optaron por grabar también su álbum debut en la diminuta compañía discográfica Factory, a pesar de que estaban siendo tentados por sellos más grandes.
Grabado en solo una semana, el visionario sonido del productor le dio su marca y lo convirtió en un disco emblema de su época. El letrista Ian Curtis, que se suicidaría poco después, plasma sus experiencias como epiléptico en un tema y conjuga imágenes de la decadencia urbana y de la paranoia de las calles de Manchester, una ciudad de donde salieron muchas de las mejores bandas inglesas del siglo XX. El disco fue un éxito comercial, incluso a pesar de los propios deseos o intenciones de Ian Curtis.
OMEGA
Immanuel Wilkins
En su debut, el saxofonista alto de 23 años Immanuel Wilkins rompió el cielo del mundo del jazz con un conjunto de 10 composiciones que se mueven con tanta gracia que no hay tiempo para sentirse abrumado por el exceso de ideas empaquetadas en cada una. Producida por Jason Moran, Omega presenta al cuarteto de trabajo de Wilkins compuesto por Micah Thomas al piano, Daryl Johns al bajo y Kweku Sumbry a la batería, deslizándose y buceando con una sinergia telepática a través de melodías que compuso teniendo en cuenta los males raciales de los Estados Undios y que prosperan gracias a un sentido de swing optimista y actualizado. Fue considerado el mejor disco de jazz lanzado en EE.UU. en el 2020, y la juventud de su compositor fue una buena razón para el optimismo para los amantes del género.
BLUE MEMPHIS
Memphis Slim
El pianista Memphis Slim dedicó la primera cara de este LP a una autobiografía épica: una obra maestra del blues que lo lleva desde Memphis, Tennessee (su lugar de nacimiento) a París, Francia (donde se trasladó definitivamente en 1962). Mudarse a Europa revitalizó la música de Slim: con una audiencia agradecida, hizo algunos de sus mejores discos desde sus singles en los años cuarenta. Slim murió en París en 1988.
En todo momento de este disco, el sonido es el adecuado, el piano y la voz de Slim son tan nítidos como el mensaje que transmite. Green y Bennett, sus compañeros de música agregan timbres fuertes de blues.
Además, este disco tiene la particularidad histórica de haber sido uno de los discos favoritos de los Rolling Stones en los setenta, y que ayudaron a moldear su sonido.