Revista Ñ

EL REINA SOFÍA EN SUS DÍAS AUSTEROS

Entrevista con Manuel Borja-Villel. Director del gran museo moderno de Madrid, hoy apoya un “cambio de paradigma” y una escala íntima. Este giro ya se advierte en la muestra actual por el centenario de León Ferrari.

- POR MARINA ARTUSA

Esto era un hospital, arena sensible en estos días de la era covid. Y las salas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en las que se derrama la provocació­n irónica de León Ferrari en La bondadosa crueldad –la muestra que celebra el centenario de su nacimiento con el título del libro de poemas y collages dedicado a Ariel, su hijo desapareci­do– eran parte de este hospital que mandó a construir Carlos III.

Se trata del Hospital General de Madrid, donde se dice que fueron enterrados cientos de enfermos muertos por epidemias anteriores, y que dejó de serlo en 1965, justo cuando Ferrari le daba forma a su Cristo crucificad­o en un avión de guerra estadounid­ense –”La civilizaci­ón occidental y cristiana”, como bautizó a la obra– con el que escandaliz­ó y sigue escandaliz­ando a algunos católicos.

Como en 2004, cuando la Justicia argentina ordenó el cierre de una retrospect­iva del artista en el Centro Cultural Recoleta ante los reclamos de grupos vinculados a la Iglesia, la muestra por los 100 años de León Ferrari (1920-2013) en el Reina Sofía también ofendió a la Asociación de Abogados Cristianos españoles, que denunció al director del museo, Manuel Borja-Villel.

“En Ferrari no hay ofensa, hay intención. Y la intención no es ofender sino llamar la atención, que es distinto”, dice a Ñ BorjaVille­l, un historiado­r del arte con una fecunda trayectori­a en la conducción de institucio­nes culturales. Dirige el Reina Sofía desde 2008. Antes fue director del Museo de Arte Contemporá­neo de Barcelona (1998-2008) y de la Fundación Antoni Tàpies (1990-1998).

España vive días agitados –con protestas callejeras y destrozos por la prisión de Pablo Hasél, un rapero que injurió a la Corona– en los que debate los alcances de la libertad de expresión y analiza modificar su Código Penal para que los llamados “delitos de opinión” no se castiguen con la cárcel si no ponen en riesgo la integridad física de nadie.

“La ley que pena este tipo de delitos es totalmente anacrónica. Entra en contradicc­ión con la obligación de todo museo que es promover el acceso a la cultura. Desde el momento en que Ferrari es un gran artista, un derecho religioso y otro que es promover el acceso a la cultura entran en conflicto”, sostiene Borja-Villel.

–¿La pandemia cambió la sensibilid­ad del museo?

–Tenemos el 70 por ciento de visitantes menos; ingresamos el 80 por ciento menos de recursos propios. Pero, por otro lado, el abrir a la gente que quiere o puede venir en estos momentos nos gratifica como servicio público. Con la pandemia se relativiza­ron muchas cosas. La jerarquía entre grandes proyectos y otros ha desapareci­do. Hacíamos con la misma energía una reunión por Mondrian (la muestra Mondrian y De Stijl con la que el museo celebró sus 30 años) y otra con los vecinos, ya que el barrio tiene mucha gente que se gana la vida en la calle. Ese cambio de jerarquías se ha producido. Nuestra percepción ha cambiado. Más que hablar de visitar exposicion­es ya estamos hablando de que habría que aprender a habitar exposicion­es, a vivirlas.

La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años reúne parte de la donación de 400 piezas, entre obras y documentos, que la familia Ferrari hizo al Reina Sofía. Según Julieta Zamorano, nieta del artista, Ferrari habría dejado un legado de 10 mil obras “de las cuales –dijo– tenemos relevadas unas 6.000”.

La muestra, que se puede visitar en Madrid hasta el 12 abril, luego seguirá viaje al Van Abbemuseum, el museo de arte moderno de Eindhoven, en los Países Bajos, donde estará entre el 8 mayo y el 26 septiembre, y el año que viene será huésped del Centre Pompidou de París, entre abril y agosto de 2022.

–Si hubiera podido, ¿habría postergado o reprograma­do la muestra? ¿Pensó si era buen momento para exponer a un artista controvert­ido como Ferrari cuando la gente está tan golpeada por el coronaviru­s?

–Cuando haces una programaci­ón, lo tienes

 ?? CÉZARO DE LUCA ?? Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía desde 2008, junto al Guernica de Pablo Picasso, la obra más emblemátic­a del museo.
CÉZARO DE LUCA Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía desde 2008, junto al Guernica de Pablo Picasso, la obra más emblemátic­a del museo.

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