La Puto-Bullrich: disparos contra el feminismo
“Hoy hay un menú de incorrecciones políticas de derecha para elegir: hay libertarios decepcionados que buscan separar la libertad de la democracia y construir ciudades-Estados tecnoautoritarias (los llamados neorreaccionarios), antisemitas old style y defensores de Israel contra la “amenaza islámica”, homófobos y homonacionalistas, negacionistas del cambio climático y ecofascistas (experiencias europeas en las que confluyen el discurso ecologista con ideas radicales de derecha), partidarios de Estado de bienestar solo para nativos y neoliberales autoritarios, y también célibes involuntarios (incels) antifeministas. Hay, además, quienes proyectan utopías antiestatales como los llamados “libertarios de alta mar”, que quieren construir plataformas para vivir por fuera del Estado “opresor” y cuentan con el apoyo de algunos millonarios de Silicon Valley. Todos ellos se presentan como políticamente incorrectos”, escribió hace algunas semanas el historiador Pablo Stefanoni.
En diálogo con Ñ, el autor analizó el modo en el que esa maraña de ideas se vincula con el feminismo y con temas como la homosexualidad. “Hay una nueva agrupación que es la Puto-Bullrich, que es muy reciente pero ya tienen 5.000 seguidores en Twitter. Ahora, sobre ese tema, inicialmente me pregunté por lo que pasaba en Europa: ¿Cómo es que la extrema derecha pueda interpelar al mundo gay? Allí tenemos liderazgos que se asumen homosexuales en espacios de ultra-derecha, como Florian Philippot – que es el segundo de Marine Le Pen– o Alice Weidel de Alternativa para Alemania, que es lesbiana casada y madre de una niña”, puntualizó Stefanoni.
Su hipótesis es que en esos casos el temor al islam “aparece como variable articuladora”. Pero sobre todo, lo que le interesaba era pensar “cómo ciertas consignas que se asumen propias del progresismo, no son tan así”. Y en ese sentido, explicó: “Coincido en que, en términos generales, son todos anti-feministas. Creo que el feminismo y la derecha es un tema complicado, sobre todo porque hay una idea desde estos espacios en contra de la politización de las identidades sexuales”.