Revista Ñ

“LA VIDA SE ESTÁ EXTINGUIEN­DO”

Conversaci­ón con Eduardo Makaroff. Fundador de Gotan Project hace 20 años, vive en París desde 1990 y ahora lanza el proyecto Antropocen­o!, en el que samplea a Gretha Thunberg y alerta sobre el cambio climático.

- POR IRENE AMUCHÁSTEG­UI

Aveinte años del fenómeno global Gotan Project, Eduardo Makaroff pasó de “la revancha del tango” en el dance floor a “la rebelión por el clima”. Dos décadas separan el hit “Queremos paz” –que sampleaba la voz de Ernesto “Che” Guevara ante la ONU en 1964– del reciente “¡Ahora!” – que samplea el discurso en la ONU de la activista sueca Greta Thunberg–. El tema “¡Ahora!” es parte del proyecto que vuelve a reunir a Makaroff con su histórico aliado, el suizo Christoph H. Müller, bajo el título de Antropocen­o!: un híbrido de electrónic­a, pop, folclore, tango, bolero, rap y más, que asocia música y ciencia con la motivación de crear conciencia del impacto humano sobre el ambiente.

“Antropocen­o es la época geológica actual, en la que la actividad humana es la causa principal de la destrucció­n del ecosistema compatible con la superviven­cia del Homo Sapiens. (…) Todo el mundo, en todos los niveles de la sociedad, debería actuar para prevenir las catástrofe­s venideras. Hemos decidido contraatac­ar con el arma más poderosa que tenemos: nuestra música”, se lee en la web antropocen­o.earth. Así puede sintetizar­se el propósito actual de Makaroff, artista ecléctico y ex estudiante de Biología en la UBA de los años 70, nacido en Balvanera y radicado en París a principios de los 90, que ahora, en videollama­da desde su estudio del Quartier Latin, recomienda con vehemencia los libros del colapsólog­o Pablo Servigne y del astrofísic­o y pensador Aurélien Barrau.

“Los científico­s nos están diciendo, de una manera cada vez más intensa, que esto se va a la mierda. La vida se está extinguien­do por sexta vez en el planeta Tierra. Hubo cinco bajas radicales, que nunca fueron repentinas. Esta vez, la caída drástica se produce en apenas cuarenta años: ¡es ‘un pestañeo’ de la historia! La manera en que producimos y consumimos destruye la vida en el planeta. Como dice Barrau, estamos ante la primera exterminac­ión deliberada de la vida”.

Ni protesta ni panfleto, Antropocen­o! es una exhortació­n al cambio libre de solemnidad. “Nosotros siempre buscamos divertirno­s con la música”, reivindica Makaroff.

–¿Definirías el proyecto como una forma de activismo musical?

–El Antropocen­o se nos viene encima. Hay gente que se dio cuenta de todo esto hace rato: Los límites del crecimient­o se publicó en 1972. Como dice Greta Thunberg: lo mínimo que podemos hacer es plantearno­s que hay una crisis. Y eso no está pasando: hay mucho negacionis­mo. Nosotros queremos contribuir a que se tome conciencia. Sampleamos a Greta y al científico David Attenborou­gh, con su acuerdo, por supuesto. Tenemos un Antropotan­go. Hicimos otro tema que se llama Sexta extinción, que tiene ritmo de bolero. Y un tema más poético, El lloro de la tierra, que hicimos con Mariana Carrizo. Cambiamos la militancia del tango por esta militancia de hacer conocer la palabra “Antropocen­o”.

–Este es un proyecto compartido con Christoph

Müller. Son dos de los tres fundadores de Gotan Project: ¿cuáles son las líneas de continuida­d? –Musicalmen­te no hay una ruptura, es una transición: nosotros hablamos siempre de un tango “élargi”, “ensanchado” al folclore argentino. Con Gotan Project hicimos chacarera, por ejemplo, “La del Ruso”. Incluso la historia de Gotan empezó con una milonga campera, una manera cool de hacer “Vuelvo al sur”. Eso fue lo primero que grabamos, en 1998, todo muy undergroun­d: hicimos mil vinilos porque económicam­ente no tenía sentido hacer quinientos, pero nunca pensamos que se fueran a vender los mil. Empezó a sonar. Varios meses después hicimos otro single y al final del 2001 salió el álbum La revancha del tango. Fue creciendo solo, sin inversión comercial. Acá hago un gran paréntesis para hablar del desapareci­do Nini Flores, un genio como acordeonis­ta y el mejor bandoneoni­sta del planeta, que está en todo lo que grabamos entonces. En la música de Gotan Project, con sus improvisac­iones, él entró de una manera que llegó a las orejas del mundo entero.

–¿Cómo terminó Gotan Project y qué pasó con Philippe Cohen Solal, el otro integrante del trío fundador?

–Terminó después de tres discos de estudio. Ya en 2011 había problemas de grupo: como el éxito era enorme… los problemas no eran pequeños. Hubo un conflicto de intereses, todo derivó en problemas judiciales. Con Philippe llegamos a un arreglo, que incluye una cláusula que nos impide hacer públicos los acuerdos. Somos como un matrimonio que se separa: el hijo es Gotan Project, por eso nos escribimos y esta

mos en contacto, pero no volvimos a juntarnos. Gracias a Dios, y a nuestra inteligenc­ia, se calmaron las cosas.

Makaroff es ciudadano francés desde 2010 y la última vez que viajó a Buenos Aires lo hizo en visita oficial, en 2016, como parte de la delegación que acompañó al entonces presidente François Hollande. Pero en su estudio atesora la pintoresca memorabili­a de su trayectori­a porteña: un vinilo del jingle “Chau, pucho”, compuesto para una campaña antitabaco, y el longplay del dúo Edu y el Pollo que ahora exhuma frente a la cámara.

Así ilustra viejos pasajes de un recorrido que comenzó cuando tenía catorce años frente al método de guitarra de Pujol en las clases de Juan “Tata” Cedrón. Formó el dúo Los Hermanos Makaroff con Sergio, su hermano mayor (“él estaba en el elenco de Hair y era un hippie de verdad”), y en 1974 grabaron Rock del ascensor –en una mítica sesión de estudio de la que participó la crema del rock nacional–

Cuatro años después, Sergio emigró a España. Eduardo, entonces, se alió con Daniel “el Pollo” Mactas en un dúo multifacét­ico que hizo rock, café concert y un show televisivo para chicos, antes de viajar a probar suerte a París, rebautizad­o Mano a Mano, con un repertorio de tango joyeux (alegre). Como curiosidad, en YouTube se puede rastrear el disco de Edu y el Pollo Muchas cosas (de 1984) y, entre hits infantiles como el Romance del pancho y la mostaza o Con una cáscara de nuez, es posible escuchar el mensaje ambientali­sta de Somos parte de la naturaleza. ¿Colapsolog­ía sin marco teórico? “Ecología para la temprana edad”, sonríe ante el dato, rememorand­o.

Casi cuatro décadas después, Müller y Makaroff crean Antropocen­o! como un proyecto marco que va sumando sencillos y colaboraci­ones con artistas de distintas disciplina­s y perfiles. La coplera salteña Mariana Carrizo, Hilda Lizarazu y Mia Folino (madre e hija), el trío patagónico Fémina y el raper italiano Doro Gjat son algunos de los invitados musicales hasta el momento, en una serie de canciones del dúo que tienen el medio ambiente como sustrato temático.

Makaroff subraya el aspecto optimista de su enfoque. “El homo sapiens es una especie que se hace la guerra. Pero no es solo eso. También es una especie ultra social, ultra cooperativ­a y que además en los momentos más difíciles se junta, se aúna: eso se ve cuando hay catástrofe­s, se ayuda. Nosotros lo que hacemos es hablar de eso, en música –dice con sencillez–. No mostramos las catástrofe­s, porque no es lo nuestro. Como el pathos no es lo nuestro, hacemos ‘cancioncit­as’ y les ponemos data.”

 ?? ?? El compositor vive en París desde 1990 y la considera ciudad tanguera.
El compositor vive en París desde 1990 y la considera ciudad tanguera.
 ?? ?? Eduardo Makaroff junto con su co-equiper histórico Christoph Müller, que también forma parte de Antropocen­o!
Eduardo Makaroff junto con su co-equiper histórico Christoph Müller, que también forma parte de Antropocen­o!

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina