El mejor mosaico del anarquismo argentino
A veinte años de su publicación, el clásico de Juan Suriano regresa e interpela a quienes ahora se autodefinen como libertarios.
En 1909, un chico porteño lideró, junto con algunos amigos, el ataque a pedradas contra la vidriera de un almacén del barrio en el que vivían, Flores. El nombre de ese chico era Roberto Arlt, y la anécdota podría pasar como un registro precoz del carácter belicoso del futuro autor de Los siete locos, si no fuera por ciertos datos adicionales, que sugieren la posibilidad de otra interpretación. El ataque tenía un motivo puntual: protestar contra el fusilamiento del educador anarquista Francisco Ferrer y Guardia ordenado por el gobierno español y ejecutado poco tiempo antes en la prisión de Montjuic. La trama que une el fusilamiento en Europa de un educador anarquista con el acto vindicativo de un grupo de chicos en un arrabal de Sudamérica puede empezar a desentrañarse con la lectura de Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos Aires, 1890-1910, de Juan Suriano, que acaba de reeditarse luego de veinte años de su primera edición y a tres de la muerte de su autor.
El anarquismo en laArgentina ha sido estudiado desde diversas perspectivas. Los trabajos historiográficos más relevantes anteriores al del Suriano pusieron la mira en la relación del anarquismo con el movimiento obrero y sus organizaciones. Desde otra perspectiva (y otra forma de abordaje), Osvaldo Bayer investigó y narró, con pulso de cronista, la historia de hechos y personajes puntuales que involucraron al anarquismo (la “Patagonia Trágica”, los anarquistas expropiadores, el caso de Severino Di Giovanni).
Desde la literatura en su cruce con la política, David Viñas hizo más de un aporte también. De algún modo lo que hace Suriano en su libro es considerar esas y otras miradas diversas sobre el anarquismo local, que lo precedieron, para proponer una nueva forma de entender el movimiento libertario argentino (con foco en Buenos Aires) en el período de entre siglos. Desde el rigor y las formas de la investigación historiográfica, Suriano se corre del eje obrerista para pensar el anarquismo como un movimiento político-cultural, aspecto este último sin cuya consideración es imposible entender el objeto en toda su cabal dimensión.
Así, este libro compone el diverso y multicolor mosaico de ideas, prácticas y deseos que dio entidad al movimiento anarquista argentino de entre siglos y que impactó y dejó una marca perdurable en la sociedad y la cultura de su tiempo. Esta edición 2021 (que trae como novedad un prólogo firmado por Martín Albornoz y Luciana Anapios) es una excelente oportunidad para reencontrarse con una obra cuyas hipótesis sobre el anarquismo y la cultura argentina de entre siglos no han perdido vigencia. Y es también, además (virtudes del anacronismo), un instrumento inmejorable para poner en perspectiva histórica la actual irrupción de figuras y agrupaciones políticas que se autodefinen como “libertarias”.
El libro de Suriano expone con claridad inapelable el carácter ilusorio de tal espejismo, al reconstruir la historia de aquellos libertarios que creían que la esencia de lo humano no era el egoísmo sino la solidaridad y que intentaron, con las escasas pero potentes herramientas culturales y políticas disponibles, llevar adelante una revolución que terminara no solo con el Estado (el aparente enemigo de los libertarios del presente), sino con la sociedad capitalista y toda forma de organización social autoritaria.