Resonancia carioca en cuatro orillas
Agustín Pereyra Lucena. La Rana, grabado en 1979 en Noruega, inaugura una serie de reediciones del catálogo del guitarrista argentino, fallecido en 2019.
La escena lo tiene a Agustín Pereyra Lucena al volante de un Citroën 3cv por las calles de Ipanema. Ingresa a un bar y da con Adelina, una mujer conocida en el ambiente musical carioca. La de Pereyra Lucena no es una búsqueda romántica sino artística, si acaso pueden diferenciarse. Sabía que Adelina era la anfitriona de tertulias donde, entre otros habitués, estaba su hijo, Baden Powell.
El guitarrista argentino no tardó en presentarse y expresar devoción por el compositor de “Samba Triste”. Poco después, estaba frente a él. “Estuvimos tres horas con Baden”, contó Lucena poco antes de su muerte, en mayo de 2019. “No podía creer que estuviera nervioso de conocerlo”. Cuando conoció a su ídolo, el argentino ya era un intérprete más que solvente y un melómano empedernido que viajaba a Río por segunda vez. Powell introdujo a Pereyra Lucena en la comunidad de la bossa nova y la MPB. Pronto, Vinicius de Moraes, Dorival Caymmi, Toquinho, Maria Bethania y Chico Buarque conocieron al argentino que motivó este elogio de Vinicius, inscripto en el disco debut de 1970: “Nunca vi, con excepción de Baden Powell y Toquinho, a nadie más ligado a su instrumento que Agustín Pereyra Lucena”. “Tal vez en mi modo de interpretar la música brasileña hay cierta melancolía que viene del tango, que es diferente a la saudade’”, decía Lucena.
José Pereyra Lucena (37) es fotógrafo, melómano y coleccionista de vinilos. Su tío Agustín le encomendó conservar y poner en valor su catálogo, que se extiende por nueve álbumes y varias grabaciones caseras que permanecen inéditas. Es a través del acuerdo con el sello británico Far Out que por los próximos diez años se va a reeditar toda su obra, comenzando por esta nueva versión de La Rana en vinilo y en digital.
El disco se grabó en el Ny York Studio de Oslo. Completaban el Agustín Pereyra Lucena Quartet Guillermo Reuter, Rubén Mono Izarrualde y el baterista local Finn Sletten, que reemplazó a Carlos Carli, seducido por Paco de Lucía en medio de una residencia de los argentinos en Benidorm, España.
En La Rana, el cuarteto interpreta a João Donato, Ivan Lins, Antonio Carlos Jobim y claro, Baden Powell. Más tres composiciones de Pereyra Lucena, entre las que está la bellísima suite “Encuentro De Sombras”. El sello local Plateselskapet Mai lo editó al año siguiente, en 1980. Pereyra Lucena, heraldo del modernismo carioca desde el Río de La Plata y tal vez pionero inconsciente del templadismo que emergió en los 2000, explicaba así su éxito: “Lo que yo hacía les era distinto, refrescante, y les gustó”.