ARCHIVO AVENTURERO DE LA ‘PAMPA BLANCA’
Diálogo con el historiador Pablo Fontana. Desde 2017 recupera la presencia argentina en la Antártida. Disertará sobre esos registros pioneros desde la base Marambio, sumándose a la programación destacada en Ushuaia.
Estaba en la base Marambio en septiembre de 2017 cuando sonó el teléfono: “Tenés que volverte ya porque en unos días hay que entregar el edificio”. El aviso que recibió el historiador Pablo Fontana se refería a la venta de la sede que el Instituto Antártico Argentino (IAA -dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores-) tenía en Retiro y en la que se atesoraba buena parte de la memoria visual de la Antártida. Ese material es hoy el corazón de un quijotesco proyecto: la recuperación y preservación de las filmaciones argentinas realizadas en el continente blanco a lo largo del siglo XX.
Cuenta Fontana, quien coordina el área de Ciencias Sociales, Comunicación y Difusión del Instituto Antártico, que, desperdigadas entre sótanos y bóvedas, había miles de diapositivas, fotos y filmaciones que nadie había consultado en décadas. A su búsqueda se lanzó junto con Andrés Levinson.
“Cada fotografía, cada video que recuperamos es una emoción, especialmente cuando pasamos del fílmico a la pantalla y las imágenes cobran vida transformándose en una ventana a la vida cotidiana de quienes transitaron nuestro sector Antártico”, dice a Ñ desde Campo de Mayo, donde realiza el aislamiento que le permitirá partir al “desierto de cristal” en los próximos días. Desde la base Marambio participará de la Noche de las Ideas.
–¿En qué consiste el proyecto para reconstruir la memoria de la Antártida y cuáles son las fuentes del material audiovisual?
–El proyecto conjunto, que llevamos adelante desde el IAA y el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken de Buenos Aires, consiste en el rescate y acceso a las filmaciones argentinas realizadas en la Antártida a lo largo del siglo XX. Ya logramos identificar más de un centenar de films antárticos. Cada film resulta de un valor incalculable porque las imágenes encapsuladas en cada fotograma conforman una parte fundamental de la memoria del continente. A su vez, también venimos desarrollando un archivo de fotografía histórica accesible en línea en nuestra web, y un archivo de historia oral, así como la puesta en valor del patrimonio histórico en la Antártida misma. Parte de este trabajo lo realizamos en campamentos antárticos, lo que nos conecta intensamente con quienes nos antecedieron, no solo por los sitios con los que trabajamos sino también por la experiencia.
–”Es una parte de la historia nacional; lo que nuestro país hizo ahí fue increíble”, ha explicado. ¿Qué es exactamente lo notable que el país hizo en la Antártida?
–Son innumerables los logros protagonizados en la Antártida. Algunas de las páginas más imponentes de nuestra historia nacional fueron escritas entre los hielos antárticos, verdaderas epopeyas que aún no recibieron la atención que merecen. Nos encontramos con descubrimientos científicos destacados a nivel internacional en diversas disciplinas, proezas de exploración como las expediciones al Polo Sur Geográfico, límite austral de la Antártida Argentina, y rescates que recibieron atención mundial. Entre estos rescates uno tuvo un carácter fundacional, cuando en 1903 la corbeta ARA Uruguay, bajo el mando del Teniente de Navío Julián Irízar, trajo de regreso a la Expedición Antártica Sueca del Dr. Otto Nordenskjöld, cuyo barco había naufragado por los hielos antárticos. En aquella expedición había participado el alférez José María Sobral, primer argentino en invernar en la Antártida, realizando allí trabajos científicos durante dos años. Nuestro país también fue el primero en tener presencia permanente allí, comenzando en la Base Orcadas en 1904 de forma continua e ininterrumpida hasta nuestros días. Allí Argentina implementó un sistema de dotaciones que se renuevan cíclicamente cada año, el cual cuatro décadas después fue adoptado por otros países y hoy es la principal forma de habitar la Antártida.
–Mucho material histórico estaba en el edificio del Instituto Antártico en Retiro: ¿qué encontraron ahí?
–Si lamentablemente ese edificio histórico fue vendido en 2018 y quienes trabajamos en la institución debimos rescatar todo aquello que pudimos a contrarreloj. Entre lo histórico se rescató instrumental científico antiguo, incluso utilizado durante el renombrado Año Geofísico Internacional 1957/8, documentos, algunos de ellos confidenciales o secretos, telegramas de las bases del IAA en los años 50 y 60, fotografías y filmaciones, y negativos de vidrio. Hoy nos encontramos en un largo trabajo de conservación, catalogación y digitalización. –¿Cuál de todos los materiales que han rescatado hasta ahora diría usted que es el más emocionante?
–Los antiguos telegramas recuperados de invernantes que a veces demoraban dos años en volver del “desierto blanco”, con sus mensajes de amor en la lejanía, son muy conmovedores. Pero hay un documento, que si bien logré localizar, aún no hemos recuperado para nuestros archivos. Se trata de una nota oficial que Irízar deja en un depósito de emergencia en la isla Marambio en noviembre de 1903. Ese texto se había dado por perdido. Durante varios meses lo busqué en los archivos británicos y logré localizarlo. Es el primer documento oficial argentino en la Antártida. Tenerlo en mis manos fue una sensación única.
–El triángulo antártico figura en los mapas escolares, a pesar de ser una concesión temporal. ¿Aún así cree que el país tiene dificultad para integrar el mar y la Antártida en su imaginario territorial?
–Sí, el modelo agroexportador es posiblemente una de las razones. Este determinó también un esquema radial centralista que confluye en el puerto de Buenos Aires. La “Pampa verde” terminó eclipsando a la “Pampa azul” y a la “Pampa blanca”, en desmedro de nuestro desarrollo integral. La ocupación ilegal de las Malvinas y las islas del Atlántico Sur profundizó este problema respecto al mar.
Transmisión desde la Antártida.
Conferencia: Pablo Fontana en streaming desde la base Marambio.
Fecha: Jueves 27 de enero a las 17:30.
Lugar: Polo creativo Sur (Gdor. Paz 836), Ushuaia.