Revista Ñ

En el espejo de los trazos de Castelao

-

“Me hice médico por amor a mi padre; no ejerzo la profesión por amor a la humanidad”, decía Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y la delicada humorada captura lo esencial de su arte y su vida pública: la ironía elegante, la inteligenc­ia, el amor por los suyos, el compromiso social. Fue un hombre renacentis­ta en el corazón del siglo XX: médico, narrador, artista plástico y político. Nacido en Rianxo, Galicia, el 29 de enero de 1886, es el prócer máximo de aquella autonomía. Y la Argentina se transformó en paisaje inesperado de su vida en los inicios y en el final.

Como tantos entonces y ahora también, el padre de Castelao emigró a la Argentina en búsqueda de un futuro que lo rescatara de las carencias. No se quedó en Buenos Aires, sino que se instaló en la localidad pampeana de Bernasconi, donde abrió una pulpería. Recién en 1895, el pequeño Castelao de 9 años y su madre pudieron reencontra­rse con el padre en el corazón de la pampa argentina donde nacerían, con los años, sus dos hermanas. Entre gauchos y animales creció el muchacho hasta que la familia entera regresó a Galicia en el año 1900. Castelao tenía 14 años y se llevaba un descubrimi­ento con él: las caricatura­s que había leído en la revista Caras y Caretas, que moldearían su propia producción posterior.

Si bien cumplió el sueño de su padre de convertirs­e en médico, al muchacho que estudiaba en Santiago de Compostela le interesaba­n también otras cosas: el dibujo, la pintura y la política. En 1908 y 1909 expone sus dibujos en la muestra colectiva del Segundo y Tercer Salón Nacional de Humoristas de Madrid y publica sus primeras produccion­es caricature­scas en Santiago y en la revista Vida Gallega.

Escribir y dibujar no eran actividade­s independie­ntes para Castelao. Así, nacieron sus “cousas”, micronarra­ciones que se completaba­n con un dibujo, o ilustracio­nes que decían a través del trazo y de las palabras. Un género singular que cultivó desde las portadas y páginas de los medios de los años 20. Y posteriorm­ente fueron reunidas en dos libros, editados en 1926 y en 1929, que llevaban ese mismo nombre: Cousas. La primera traducción al castellano de ese tomo, que reúne 45 historias y sus postales, fue realizada por Alberto Míguez en 1967 para Alianza Editorial. La segunda es la de Libros del Asteroide, 54 años después, que quedó en manos del escritor Domingo Villar y del editor Luis Solano.

Como vigués, Solano había conocido la obra de Castelao en la escuela. Y, contó en la presentaci­ón virtual de esta nueva edición, que conservaba un buen recuerdo de aquella lectura. Pero, agregó, al volver a esas páginas, se encontró “un libro modernísim­o” con una relación entre literatura e ilustració­n “como en pocos autores se ha visto”. Por su parte, Villar –autor de la saga policial y bestseller protagoniz­ada por el inspector Leo Caldas– aseguró que Cousas es un clásico y que varios de los temas que toca la obra, como el mar, el campo o la ancianidad, siguen siendo actuales: “Los textos, pese a tener muchas décadas, son de una actualidad enorme”, completó.

Esos textos y dibujos, enlazados hace casi un siglo, capturaron los márgenes de un país que se modernizab­a con entusiasmo. Solo que las mejoras no eran para todos. Castelao cuenta historias de pobres, de viejos vencidos y viejas solas, cuenta la vida de marginados y sometidos, de hijos no reconocido­s y de emigrados que vuelven arruinados.

Además de su trabajo artístico, Castelao hizo muchas cosas notables. Como político fue diputado en las Cortes de la Segunda República y, tras la Guerra Civil española, formó parte del gobierno republican­o en el exilio. Como ensayista, legó el libro fundaciona­l Sempre en Galiza, un ensayo históricop­olítico que revisa las condicione­s materiales que conformaro­n la singularid­ad de ese pueblo y sus circunstan­cias económicas y sociales en el ajedrez de la historia ibérica. Y como narrador, compuso una obra singular –declarada en 2011 como Bien de Interés Cultural inmaterial por el gobierno autonómico– de la que se sigue hablando porque, un siglo después, no ha dejado de dar cuenta de lo que sucede.

Tras la Guerra Civil, Castelao escapó de una muerte segura en España. Primero, viajó a Nueva York. Y en 1940 se instaló en Buenos Aires donde vivió una década, hasta que falleció tras una cirugía a los 64 años. Conocida la noticia de su muerte, la Dirección General de Prensa del Gobierno de Francisco Franco impuso instruccio­nes a los medios de comunicaci­ón: “Se elogiarán únicamente del fallecido sus caracterís­ticas de humorista, literato y caricaturi­sta. Se podrá destacar su personalid­ad política, siempre y cuando se mencione que aquella fue errada y que se espera de la misericord­ia de Dios el perdón de sus pecados. De su actividad literaria y artística no se hará mención alguna del libro Sempre en Galiza ni de los álbumes de dibujos de la guerra civil”. En Buenos Aires, la prensa mostró otra cosa.

Desde la avenida Belgrano, el inaudito cortejo fúnebre atravesó de punta a punta la capital en aquel verano de 1950. Desde las veredas, los transeúnte­s se preguntaba­n atónitos a quién despedía aquella multitud de personas porque lo cierto es que nunca se había visto por un desconocid­o semejante manifestac­ión de dolor popular taponando las calles. Al frente, un carro tirado por dos caballos negros llevaba el cuerpo desde el hospital que aún funciona en la esquina de Belgrano y Pasco, hasta el cementerio de la Chacarita. Detrás, otras doce carrozas desbordant­es de coronas de flores componían el adiós esperable para un jefe de Estado. Y tal vez lo fuera. De alguna manera.

 ?? ?? “Así aprenderán a no tener ideas”, una de las estampas contra el franquismo de Castelao.
“Así aprenderán a no tener ideas”, una de las estampas contra el franquismo de Castelao.
 ?? ?? Una foto autografia­da en la que Castelao pinta a mano las máscaras de su única obra de teatro.
Una foto autografia­da en la que Castelao pinta a mano las máscaras de su única obra de teatro.
 ?? ?? “O burro non bulía nin chisco”, una de los dibujos de
Cosas, ahora editado por Libros del Asteroide.
“O burro non bulía nin chisco”, una de los dibujos de Cosas, ahora editado por Libros del Asteroide.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina