Revista Ñ

Dos voces contra la homofobia de los 80

Ensayo. El sociólogo Adrián Melo revisa las vidas de los ídolos de rock Federico Moura y Miranda Araújo Neto para recuperar la lucha de las diversidad­es.

- POR DANIELA LUCENA

¿Cómo captar en palabras la vidas intensas y brillantes de artistas adelantado­s a la sensibilid­ad de su época? Es este el desafío al que se enfrenta Adrián Melo en su libro Cazuza-Moura. Las vidas paralelas de Agenor de Miranda Araújo Neto y Federico José Moura, publicado por Aurelia Rivera Libros. Y aunque Melo advierte que se trata de una batalla perdida de antemano, su escritura logra transmitir la intensidad y la irreverenc­ia, los excesos y la vitalidad creativa con que estos dos músicos transitaro­n los desmesurad­os años 80 en Argentina y Brasil.

El método elegido por Melo se inscribe en la noción de las vidas paralelas planteada por Plutarco. A partir de allí, el autor recupera anécdotas y remembranz­as, melodías e imágenes que permiten acercarnos a las trayectori­as biográfica­s de Moura y Cazuza desde los rasgos de carácter que dieron forma a sus extraordin­arias personalid­ades. Así, el libro da cuenta de proyectos vitales y derroteros artísticos unidos en la semejanza de sus designios y en los puntos de fuga que los diferencia­n.

Como buen sociólogo, Melo conoce del imbricado cruce entre biografía, estructura social e historia. De allí que desde los itinerario­s existencia­les de Moura y Cazuza pueden visualizar­se muchas de las particular­idades de una década que estuvo signada, en Latinoamér­ica, por el accionar de las dictaduras y sus secuelas en el retorno democrátic­o, la liberación del cuerpo y la irrupción de los discursos de la protesta sexual, las nuevas estéticas entre el glamour y la precarieda­d de los márgenes y la crisis del sida que diezmó a toda una generación de artistas, músicos y diseñadore­s.

Provenient­es de hogares de clase media acomodada, Moura y Cazuza hicieron en su juventud viajes iniciático­s por Europa y Estados Unidos, donde conocieron las nuevas modas y accedieron a libros, discos y obras de arte que no se veían en sus ciudades de origen, La Plata y Río de Janeiro. Los dos exploraron sus distintas facetas creativas antes de llegar a la música:

Moura diseñó ropa y tuvo los locales Limbo y Mambo que él mismo atendía; Cazuza probó la fotografía y estudió artes dramáticas y periodismo. Finalmente, se convirtier­on en los exitosos cantantes de dos de las bandas de rock más emblemátic­as de la época: Virus y Barão Vermelho.

Así como David Bowie impactó al mundo con su peculiar forma de vestir y con sus revolucion­arios maquillaje­s brillantes, en Argentina fue Federico Moura quien trastocó los límites entre lo masculino y lo femenino con su sensual estilo andrógino. Su belleza delicada e inclasific­able escapaba de manera escurridiz­a de las categorías que buscaban aprisionar­la.

Cazuza, por su parte, era dueño de una belleza explosiva. Ney Mattogross­o, su pareja durante un tiempo, lo describió en sus memorias como un jovencito lindo, de pelo largo, lleno de rulos: “Un ángel que había bajado del cielo, un tremendo vagabundo”. Ese joven de pelo rizado y seductora sonrisa fue el mismo que confesó abiertamen­te su bisexualid­ad y que desplegó en las letras de sus canciones imágenes provocativ­as e irreverent­es, desobedeci­endo la heteronorm­a y propiciand­o la experiment­ación del cuerpo como superficie de placer.

Algunas de sus temas, como “El tiempo no para”, se convirtier­on en himnos de la comunidad gay en años de la lucha contra el sida, enfermedad que tristement­e terminó con la vida del músico brasileño y también del argentino.

Cuenta Melo en su libro que las madres de Moura y Cazuza, Lucinha y Velia, no se explican cómo se siguen escuchando hasta el día de hoy las canciones de sus hijos. Tal vez el motivo de su presencia indeleble en la memoria colectiva se encuentre en el hecho de que ambos murieron jóvenes y en la cima de sus carreras. Pero más aún, sin dudas, en el testimonio de sus vidas libres y desprejuic­iadas, en las que el deseo y el placer fueron potencia y rebelión creadora de mundos diversos por venir.

 ?? ?? Aurelia Rivera Libros
308 págs.
Aurelia Rivera Libros 308 págs.
 ?? ?? CazuzaMour­a Adrián Melo
CazuzaMour­a Adrián Melo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina