Una caja negra del rock argentino
Gonzalo Aloras. El cantautor presenta un nuevo disco y su primer libro, dos caras de su diálogo con la tradición y la renovación de la música local.
En octubre pasado, Gonzalo Aloras decidió que el acto protocolar en el que sería declarado Artista Distinguido de Rosario debía trasladarse al teatro La Comedia de esa ciudad. El músico –que fue colaborador de Fito Páez, Juanse Gutiérrez, Litto Nebbia e Intrépidos Navegantes, además de tener una carrera solista que se extiende por más de una decena de álbumes– habrá pensado que una buena forma de dotar a un hecho administrativo de cierto espesor artístico era insertarlo en un concierto. E inscribirlo en la historia de las salas rituales de una de las capitales del rock argentino. “Tocar ahí, donde Sui Generis, Serú Girán, Invisible y tantos grandes mostraron sus melodías, es un acto sagrado”, declaró entonces. “Y volver a un teatro después de la pandemia también lo es”.
Aquella velada sirvió para que el homenaje a Aloras se convirtiera en una celebración de su música. Y para que se añada un nuevo capítulo a su idilio con la tradición del rock argentino. El formato del concierto, que combinó la intimidad de las transmisiones online que realizó durante la cuarentena y que bautizó “Homelove” con la aparición de músicos invitados y la tibieza orgánica de guitarra y piano acústicos como acompañamiento, es lo que podrá verse el 29 de enero en el nuevo Bebop Club porteño, relocalizado en Palermo. La cita servirá también para cerrar un proceso de aislamiento forzoso más que productivo para Aloras.
Durante la pandemia logró escribir y publicar su primer libro, El síndrome Greta, un ensayo sobre la renovación del rock inspirado en la lucha ambientalista de Greta Thunberg, a quien también le hizo una canción editada como simple en 2021. “Un ensayo rockero”, como aclara él. “Porque tiene esta cosa de citas cruzadas de Joni Mitchell o Antonin Artaud”. “Muchas de las temáticas que se tratan en el libro ya habían sido abordadas en otros trabajos míos en otros formatos. A lo largo del tiempo, ciertas obsesiones van atravesando todo lo que hagas”. Y también hizo la música de La llama de la memoria, un mediometraje documental sobre un sobreviviente de Auschwitz dirigido por su hermano Rodrigo (que desde hace algunos años está radicado en Suecia), premiado en el New York Movie Awards.
Existe un doble interés en la traza de artistas como Gonzalo Aloras. Por una parte, está su probado oficio como cantautor, rubricado en un corpus de canciones que abarca sus primeros intentos con su banda de los 90, la recordada “Mortadela Rancia”, con la que editó Ciudad paranoia (1994), hasta “Tan Digital”, un experimento electrónico en formato audiovisual estrenado en enero de 2021. En medio, una decena de discos solistas que comienza con Algo vuela (2004), aparecido mientras formaba parte de la banda de Fito Páez, y el más reciente, Volver a la Tierra (2021), un registro prepandémico de un show en vivo con banda en Lucille. “Un recorrido por todos mis discos, pero aggiornado al presente”, según su autor. Entretanto, también continúa su proyecto quizás más ambicioso: una serie de composiciones para orquesta en sociedad con el arreglador Carlos Franzetti, que lleva por título Pájaros de fuego.
Y por otra parte está su constante trabajo sobre la tradición del rock argentino, que es la base de su formación artística a la vez que su plafón de despegue. Al fin y al cabo, Aloras es un joven argentino templado por la renovación estética de los 80 y un llamamiento local que lo puso en el feliz compromiso de continuar la estirpe de la ciudad que alumbró a los Wild Cats, Nebbia y Páez.