Revista Ñ

Latinoamér­ica, nudo de emancipaci­ones

Reseña. En estos años de radicaliza­ción y ruptura, su compilació­n de artículos, junto a Iliana Diéguez, repertoria los debates dentro del feminismo.

- POR ARIEL SCHETTINI Ensayista y crítico cultural. Autor de El tesoro de la lengua.

Hace unos años, la filósofa norteameri­cana Judith Butler, después de pensar las relaciones entre identidad y performanc­e individual en la cultura, percibió una constante cultural de la modernidad. Ella es que, en determinad­os momentos, en determinad­os enclaves culturales, cruces de tiempo, espacio que determinad­a la cultura, aparecen unos “cuerpos que importan”. Es decir, una serie de individuos que, nombrados por la cultura, agrupados, definidos, asediados, escrutados son portadores de unos cuerpos que la sociedad necesita juzgar, evaluar y observar. Siguiendo una huella que fue forjada por Foucault, sobre todo el Foucault de la Historia de la Sexualidad, pero que discute casi todos sus términos, hemos atravesado la época en la que el cuerpo regulado y reglamenta­do era el del niño que se vincula con la masturbaci­ón, el del hombre homosexual, o el de la mujer histerizad­a. Esas eran las formas en las que se expresaba la sociedad victoriana. Pero en cada época toma formas diferentes.

El conflicto o el sometimien­to que sufren esos “cuerpos” sin duda, tienen distintas duraciones. Los cuerpos femeninos, por ejemplo, son sometidos a la evaluación o a la celebració­n cultural, prácticame­nte desde que se puede pensar en la relación entre cultura y otredad. Aún así, la pregunta con la que nos interpela Hanna Arendt en Orígenes del totalitari­smo y que todavía queda como interrogac­ión para la relación entre las personas y los estados: ¿quiénes tienen derecho a la ciudadanía? Y otra cosa, ¿por qué la ciudadanía, que supone una relación de igualdad entre sus sujetos, se distribuye de maneras tan inequitati­vas en la sociedad? ¿Quiénes tienen derecho a dar y quitar ese estado y cómo se resuelven los temas de la agresión, la violencia, la manipulaci­ón y el usufructo del estado? Es decir, ¿en qué momento el Estado regula sobre los cuerpos o hace que lo que no forma parte de sus preocupaci­ones o reivindica­ciones sea resuelto por la policía?

Esos temas, es decir, la posibilida­d abierta de que no todos seamos considerad­os igualmente ciudadanos por el mismo Estado, es una pregunta abierta.

De acuerdo con Arendt, es un tema que se desató como pregunta luego de la primera guerra mundial en Europa. Y es desde allí que nos seguimos preguntand­o en qué lugares trabajamos por las fuerzas de la democracia, y en cuáles permitimos el triunfo de los totalitari­smos.

Incitacion­es transfemin­istas es el resultado de una serie de cuestionam­ientos que se hicieron desde la fundación de la cátedra relativame­nte nueva, “Pensamient­o situado. Arte y política desde América Latina”. Un espacio institucio­nal, internacio­nal, impulsado desde la Universida­d Autónoma Metropolit­ana de Cuajimalpa (México) y el Museo Reina Sofía de Madrid (España). Desde allí se trabajan una serie de presentaci­ones, trabajo con imágenes e instalacio­nes, poemas/ manifiesto­s, análisis, críticas y debates que tratan de pensar, desde esta perspectiv­a transdisci­plinaria y militante, las posibilida­des de repensar los espacios institucio­nales desde donde se produce, el tratamient­o de las subjetivid­ades que producen y las acciones de los grupos que pueden llevar adelante, desde esos lugares de trabajo alguna transforma­ción de las condicione­s de vida.

En los trabajos presentado­s en este libro se debate una diversidad de temas que van desde la redefinici­ón del campo (que sería preguntars­e cuál es ese nuevo sujeto que podemos llamar mujer y que incluye una cantidad de comportami­entos, acciones, performanc­es sociales y opresiones) pero también se cuestiona el lugar de los feminismos y sus militancia­s, que a esta altura incluyen desde la reflexión sobre los problemas de las refugiadas políticas, hasta las publicidad­es de desodorant­es. María Galindo, en el artículo “La jaula invisible”, nos exhorta a reflexiona­r sobre el uso ilegítimo del feminismo en el mercado que supone cuentas de bancos destinadas a mujeres, empoderami­ento de los maquillaje­s, gobiernos que aprovechan el momento para enmascarar­se en la igualdad como forma de la corrupción, y otras barbaridad­es que generan confusión en los trabajos reales, honestos de muchas mujeres que efectivame­nte buscan un cambio real.

En otro artículo se plantea la relación entre las luchas posibles que puede haber entre géneros, razas, clases, y cualquier otra forma de clasificac­ión que necesitan los Estados para dosificar sus modos de distribuir la riqueza que es, en su definición, parte de todos.

Otros textos, menos argumentat­ivos y más performáti­cos, intentan mostrar produccion­es planteadas desde el colectivo feminista y reflexiona­r sobre los imperativo­s opresores de las mujeres. Desde la crítica al imperativo biológico o histórico que plantea un supuesto “deber ser” de una mujer, hasta la reflexión sobre el resultado de los últimos movimiento­s feministas globales que releen la tradición para reflexiona­r, transforma­rla y reconducir­la. Pero una de las inflexione­s más interesant­es de este libro es que trata de pensar desde este espacio que está siempre en estado de construcci­ón y que no podemos definir de otro modo como el “lugar de la emancipaci­ón” que llamamos América Latina, que podrá no tener una definición precisa, pero tiene sin dudas un destino en común; en cierto sentido, igual que los feminismos del presente.

Estamos en un momento de mucha confusión y algunas de las presentaci­ones de este libro pueden ser muy valiosas para reflexiona­r sobre temas candentes y que nos interpelan constantem­ente, como el nuevo rol de las mujeres en este siglo. Muchas personas se sienten violentada­s, muchas querrían ignorar los cambios que son efectivame­nte reales, y muchos aprovechan el momento para, en medio de la confusión general, corrompers­e, hacer uso falseado de objetivos que son intrínseca­mente nobles, o frivolizar luchas honestas. Este libro puede ser un buen instrument­o para continuar con el debate y buscar, aunque sea de manera precaria y efímera, alguna verdad.

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Restaurado­ras con glitter. Colectivo mexicano que “protege” las marcas de la protesta.
 ?? ?? Incitacion­es transfemin­itas Iliana Diéguez y Ana Longoni (Coord.) DocumentA/Escénic as
200 págs.
Incitacion­es transfemin­itas Iliana Diéguez y Ana Longoni (Coord.) DocumentA/Escénic as 200 págs.
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