Zamba queer almodovariana
No hubo desconcierto. Hubo aplausos y sonrisas: era la primera vez que una cantante trans no binaria pisaba el escenario Atahualpa Yupanqui. Ferni de Gyldenfeldt, quien por una denuncia previa había logrado que el festival anulara las categorías de “voz femenina” y “voz masculina” en su concurso Pre-Cosquín, se impuso primero como intérprete en la sede porteña del certamen y luego llegó a las finales con su impronta almodovariana bajo un repertorio que incluyó “Como de zamba”, con letra de la admirada y precursora Susy Shock.
“Fue algo muy revolucionario, emocionante. Primero, acceder a un escenario negado. Luego, recibir las devoluciones de la gente. En la calle hasta me pedían autógrafos, los artesanos me regalaban cosas. Es una conquista, una nueva visibilización para las disidencias sexuales y de género, porque tenemos cosas distintas para proponer. Cantar la zamba de Susy, esta trava nuestra tan importante, conlleva un sentido político profundo”, sintetizó Ferni, de 32 años, a Ñ.
De una voz torrencial y una influencia tanto folklórica como de la lírica, Ferni tiene 32 años y canta desde los 18. Con formación académica, estudió guitarra, canto, artes y comparte con su hermana Luchi el proyecto Ópera Queer. Además integra el conjunto Allpa Munay, que en 2019 publicó “Yupanqui inédito” con la colaboración directa de su hijo Roberto “Kolla” Chavero.
Para Charo Bogarín, una de las jurados del Pre-Cosquín en sus veinte noches, las cantoras han sido el toque distintivo. “Están muy bien preparadas, profesionalizadas, tomando la delantera dignamente. Y en los concursantes hay un cambio de ánimo: ya no hay un sentimiento de derrota por no quedar seleccionados”.
Charo destacó la apertura de los integrantes de la Comisión de Folklore, que disolvieron los rubros masculino y femenino en música permitiendo que en la categoría de vocalistas se eligiera a dos concursantes en vez de a uno. “Hoy no se puede soslayar la mirada a temas como el Cupo Femenino y de diversidades en los escenarios y festivales nacionales de música; así como la necesidad de deconstrucción del pensamiento binario, donde todo se reduce a masculino o femenino”.
Y consideró que Ferni marcó un precedente en la historia del folklore nacional. “Hemos ganado terreno y apertura de cabezas en una sociedad que está cambiando paradigmas asumidos con normalidad, sin respetar la otredad, lo distinto, lo que existe y fue invisibilizado y maltratado -reflexionó Charo-. Ferny fue la punta de flecha a los cambios que se avecinan y ya están expresándose y gracias a ella muchas más personas sabrán que cuentan con este espacio para expresarse, sin ser discrimidaxs. Es realmente destacable que el escenario más tradicional e importante de nuestra cultura folclórica se haya flexibilizado, dando el ejemplo”.