LA FERIA MAPA LLEGA A LA RURAL
Del 10 al 13 de marzo. Más de 50 galerías de todo el país ofrecen un panorama de “arte actual”, con espíritu federal, algunos maestros y NFTs.
MAPA canta primera en la agenda de eventos culturales 2022 (¿pospandemia?) de La Rural. La “feria de arte actual”, como la definen sus creadores, tendrá su primera edición en tres años, con una afluencia importante de galerías de todo el país. “MAPA llega con un crecimientos sostenido desde su primera edición, es una feria que siempre anduvo bien de ventas”, concedió a Ñ Agustín Montes de Oca, su fundador. En esta ocasión, del jueves 10 al domingo 13, MAPA logra reunir más de 50 galerías, entre porteñas de renombre y de diferentes provincias de todo el país, con el apoyo de las asociaciones Meridiano, Faro y Giro. La curadora y docente Sofía Torres Kosiba, Roberto Echen, el curador general del museo rosarino Castagnino+macro, y el artista y gestor Raúl Flores, recién nombrado al frente de la Fotogalería del Teatro San Martín, formaron el equipo de selección de los proyectos a partir de una convocatoria abierta.
Están las muy establecidas Rubbers, Aldo de Sousa y Maman Fine Arts. La primera lleva un solo show de Yuyo Noé, con obra histórica y otras piezas ultra contemporáneas. Piezas emblemáticas, como guiños, de Luis Pazos se podrán encontrar en la segunda; mientras que Maman llevará los bellos collages bordados de Mónica Millán –ahora en exposición en el Museo Moderno–, una colección de dibujos del grupo Nueva Figuración y un contrapunto de esculturas de Martín Di Girolamo: la exhuberante “Monique”, que pasó 18 años junto a la escalera del restaurante Filo (y que Maman adquirió al cierre del local), y la reciente y monumental “Siempre es hoy”, de más de dos metros de alto, que el artista creó en homenaje a Gustavo Cerati. El caso de Pasto, la galería porteña que fue elegida para la recorrida de la reina en la reciente ARCOmadrid, es emblemático de la dinámica que adquiere la feria. Invitó a la rosarina Jamaica ATR Gallery, un proyecto de Jonnhy Cantini, además artista de Pasto, en retribución a una invitación a la Microferia de Rosario el año anterior. Comparten stand con obras de ambos espacios, en una cofradía estética y de intercambio que incluye a Cantini, Jimena Lacerna Losada, Gustavo Nieto y Manuel Brandazza.
Con la idea de crecer como una feria complementaria (¿o alternativa?) a arteBA, MAPA regresa con acuse de recibo de las lecciones aprendidas. Atraviesa geografías, generaciones y trayectorias. El espíritu federal lo expresan proyectos como The White Lodge co el desembarco de “Mapamundi de la docta”, una selección de artistas de tres generaciones que representan el Arte Ingenuo Cordobés; la emblemática Diego Obligado (desde Rosario, con un solo show de Mele Bruniard), junto a proyectos emergentes como el entrerriano Espacio La Juana, el santafesino Delta, Ostrea desde Chubut, y Expuesta de Río Negro. Varios de ellos llegaron con el apoyo de la Fundación de Arte Móvil, proyecto del artista Claudio Roncoli, que también tendrá su espacio en MAPA.
Nada menos que Julio Le Parc representa en MAPA los influjos de la tecnología que esta época destila. Su proyecto Visual Labyrinthusmuseum, realizado junto a su hijo Juan, incluye piezas inéditas pero además recobra las obras diseñadas por el artista en diferentes épocas pero nunca realizadas, que ahora cobran vida mediante cascos de realidad virtual, apps de realidad aumentada y proyecciones audiovisuales. Estará en el stand que Pabellón 4 comparte con Artlab, un nuevo proyecto expositivo –que inauguró la semana pasada con un homenaje a Carlos Trilnik en su sede de Chacarita–, y que instalará en el centro de la feria una pantalla curva única por estas latitudes.
“El arte digital no es algo nuevo pero sí lo es su mercado”, definió Montes de Oca. “A la fotografía le tomó cien años ser considerada arte, al arte digital un poco menos, y a partir de la pandemia y todo lo que pasó en el mundo consideramos que la feria tenía que incluir arte digital”, completó. Se suman la tecnología NFT y obras presentadas por las galerías Aura, Nodo940 & The dream Machine, Pabellon4 y Delta.
“El coleccionismo responde a una cercanía con la obra, la vida del artista, y a eso hay que dedicarle una energía importante”, reflexiona Montes de Oca. “Nosotros también apuntamos a los compradores de arte, masificar el consumo, incluir a todos los interesados, a los decoradores y profesionales”. Los precios van desde los 60 a 70 mil pesos –también hay de 20 mil pesos–, aunque como el mercado manda el promedio es más alto, y en moneda extranjera: entre 1500 y 2000 dólares. “Esto no es una subasta, las obras se mantienen en los stands para los visitantes”.
A las galerías, “arteBA en La Boca les costó el doble en dólares que MAPA en La Rural”, revela Daniel Maman, director de la galería que acaba de celebrar 20 años. Además de señalar la relación precio-metros cuadrados de los stands de exposición de la edición 2021 de la feria de arte contemporáneo, Maman había planteado diferencias amargas y significativas con la organización de arteBA debido al estatuto de algunos expositores. En noviembre decidió no participar, aun cuando había estado desde el comienzo y recibido premios por sus stands. De vuelta en el ruedo local, apuesta al futuro de MAPA.
Un espíritu emergente atraviesa toda esta feria pero se concentra en una actividad singular: cada día, desde las 18, saldrá desde el punto de encuentro una visita guiada por la feria, con un recorrido ideado especialmente por la curadora Melisa Boratyn, para conocer artistas nuevos, oportunidades de inversión y apoyar la interacción de potenciales compradores con los galeristas. En un ámbito distendido, el recorrido estará a cargo de Rosario Villani y Julieta Pons –con apoyo del GCBA– que también apoya la feria a través de Mecenazgo.
Una vez aceptadas las aplicaciones, cada galería recibió la oferta de stands para el debut de MAPA nada menos que en La Rural –había tenido sus dos primeras ediciones en el Hipódromo de Palermo y la tercera, en 2019, en el Complejo Art Media de Chacarita–. “La feria se queda en La Rural”, confirmó Montes de Oca, que lo definió como un “lugar neurálgico, donde todos se sienten cómodos”. Para él, “es bueno que haya dos ferias”. Y abrir la agenda, una buena señal, ya que “hay ventas que se consolidan seis meses después de la feria”. Las expectativas, por lo tanto, son altas.