Para quedarse leyendo
EL COMENSAL
Gabriela Ybarra
La muerte es un acontecimiento de primer orden. Cuando la parca se lleva a un ser querido heredamos lo que quedó sin resolver, y el dolor, o la liberación, que acarrea el deceso se extiende en el tiempo hasta que el vivo asume no solo la desaparición del otro, sino también parte de la suya propia en la medida en que estamos hechos de retazos de los demás.
En esta novela autobiográfica Gabriela Ybarra trata de comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo en 1977 a manos de ETA y el fallecimiento de su madre en 2011 por un cáncer. Así, la primera parte de El comensal es una reconstrucción libre (por tanto, no esconde la parte de ficción de toda memoria) del secuestro y posterior asesinato del empresario español Javier de Ybarra.
DIARIO DE UN CANALLA. BURDEOS, 1972
Mario Levrero
“No estoy escribiendo para ningún lector, ni siquiera para leerme yo. Escribo para escribirme yo; es un acto de autoconstrucción. Aquí me estoy recuperando, aquí estoy luchando por rescatar pedazos de mí mismo que han quedado adheridos a mesas de operación, a ciertas mujeres, a ciertas ciudades, a las descascaradas y macilentas pareces de mi apartamento montevideano que ya no volveré a ver, a ciertos paisajes, a ciertas presencias. Sí, lo voy a hacer. Lo voy a lograr. No me fastidien con el estilo ni con la estructura: esto no es una novela, carajo. Me estoy jugando la vida”.
Este es un diario que Levrero escribió en un viaje a Francia, la única que vez que salió del Rio de la
Plata.