Apuntes sobre Rodolfo
Lugar: Cualquier teatro de la gira de Fito y el pianista Miguel A. Estrella, después del recital. El hambre se hace sentir. Subimos a un auto con vidrios polarizados hacia un restaurante a 30 kilómetros del lugar. Al llegar, todo fue inútil: las fans de Fito, de quienes huíamos, estaban apostadas ahí. Fito es un gran autor de canciones. “Ámbar Violeta” es mi preferida. Tiene una secuencia armónica muy poco convencional y de una evolución notable. La melodía, muy simple, planea sobre la armonía, la sobrevuela sin aterrizar, yendo a lugares inesperados.
Lugar: Mendoza, mediodía. Conferencia de prensa por el concierto de “Música Esperanza”. Fito no pudo ir. Miguel y yo hablamos como podemos. En el evento regalan remeras de “Circo Beat”. Al salir, hay una multitud de chicos fans de Fito. Se me acerca una nena de no más de 12 años y me dice: “yo me doy cuenta de que vos sos bueno porque vi que le dabas tu remera a un chico, por eso me animo a pedirte una entrada para esta noche”. Le digo que no depende de mí, que las entradas están agotadas. La nena llorando me cuenta: “vine esta mañana a ver a mi amor y él no estaba; voy a comprar entradas para verlo esta noche y no hay; y vos me decís que no podés hacer nada, ¿y yo qué hago? ¡No podré ver a mi amor!” Hablo con Moya para que la dejen pasar al show. “Tumbas de la gloria”: un ostinato inicial con una mezcla de recitativo y rap en la voz y después otra vez una evolución continua hasta llegar a un tema nuevo. Las canciones de Fito no son reexpositivas, no vuelven al comienzo. La forma tradicional de canción “AB-A” se convierte en “De ‘A’ al infinito”. “Te vi, juntabas margaritas del mantel”. La escena vuelve a repetirse aunque yo no haya fumado chinos en Madrid ni en ninguna parte. Ahora soy el protagonista de esa canción perfecta. No por su evolución armónica, ni por su forma. Es una simple canción en sol Mayor, compuesta por un muchacho de Rosario, generoso como pocos, al que todo le sale bien, naturalmente, y que sabe aguantar como nadie los reveses.
G. Gandini, compositor contemporáneo, fundó y dirigió el Centro de Experimentación de Ópera y Ballet del Teatro Colón.