“Contraofensiva” de Montoneros
La heráldica de los 7 los olvidó o los registró como desaparecidos, escribe el periodista e historiador Marcelo Larraquy en su Fuimos soldados. Se refiere a la historia tremenda de un centenar de guerrilleros peronistas, que habían sobrevivido al golpe militar de 1976, y que entre 1978 y 1980 volvió al país a combatir contra la dictadura. A esa decisión le correspondió una orden política tomada por la conducción de Montoneros en el exilio –capitaneada por Mario Firmenich, Roberto Perdía, Horacio Mendizábal y Fernando Vaca Narvaja– y un nombre: “la Contraofensiva”. Su estudio sobre estos últimos soldados montoneros es la historia de una obstinación trágica, de un heroísmo individual y un delirio colectivo. Y, al mismo tiempo, la historia de la ominosa criminalidad de quienes, también en la clandestinidad, reprimieron con todo el poder del Estado el último coletazo de la lucha armada en los 70. Desplegado con el suspenso propio de la clandestinidad y en la prosa despojada del policial negro, revela al lector el último y más desesperado intento armado de revertir la derrota política y militar que llevó a la dictadura, cuando desde México y España se organizó el regreso al país de comandos guerrilleros. Los dividieron en las TEA, llamadas “Tropas Especiales de Agitación”, cuya acción consistía en interferir las transmisiones del Mundial del 78 y pasar proclamas montoneras dichas por Firmenich; y en las TEI, “Tropas Especiales de Infantería”, destinadas a atentar contra personajes notables del régimen videlista, entre ellos el secretario de Hacienda, Juan Alemann, y el prominente empresario Francisco Soldati. Larraquy introduce así, en este libro que no puede ser abandonado hasta el final y produce una conmoción inolvidable, en la microfísica de quienes participaron de esos episodios. Seres atravesados por la conciencia revolucionaria residual de aquellos fuegos; la culpa (aquella que sentían quienes habían podido huir de la muerte en 1976 y exiliarse), la idea de venganza, el miedo, el amor, la traición, el heroísmo frente a la tortura y la muerte, la sujeción a dirigentes que habían marcado un camino estrábico y sin retorno y el deseo de volver a la patria.