Emulando el vuelo de Da Vinci
La sabiduría, entendía Leonardo da Vinci, es hija de la experiencia. En una época en la que los hombres ilustrados se apoyaban en la autoridad de los autores antiguos, Leonardo no confiaba más que en lo que examinaba con sus propios ojos. De ese modo exploró los secretos del cuerpo humano, fue uno de los primeros en sondear los misterios del desarrollo del niño en el seno materno; investigó las leyes del oleaje y de las corrientes marinas; pasó años hipnotizado por el vuelo de los insectos y de los pájaros, por las formas de las nubes y las modificaciones producidas por la atmósfera sobre el color de los objetos distantes, por las leyes que gobiernan el crecimiento de los árboles y de las plantas, por la armonía de los sonidos.
Esa obsesión por la experiencia es lo que subrayaron José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski al dirigir –en el marco del Programa “Diálogo entre las Ciencias” de la Universidad de San Martín– el “Proyecto Leonardo”.
Durante tres años, Burucúa y Kwiatkowski se dedicaron a la traducción y anotación de los Cuadernos de arte, literatura y ciencia del genio vinciano. Quisieron abordar esas notas desde otra perspectiva y unir varias disciplinas. Así surgió este proyecto. Durante dos años trabajaron junto a Fundación Tarea, que aportó a físicos e ingenieros que suelen dedicarse a la restauración y conservación de obras de arte, para que se encargaran de materiales, técnicas y procedimientos. Con esa asistencia reconstruyeron de la manera más fiel posible los aparatos de Da Vinci, desde el automóvil hasta la grúa y el paracaídas, desde la hélice aérea y el planeador, y con la ayuda de un fabricante de juguetes, Cristian Idiarte, reconstruyeron una maqueta de aquella “ciudad leonardiana” que imaginó Leonardo en la última década del Quattrocento para resolver la dinámica de circulación de bienes y personas y los graves problemas de higiene.
“Así funcionaba la cabeza de Leonardo: –explica Burucúa– una navegación permanente que pasaba de la mecánica a la ingeniería y de un resorte al humanismo”.