La propia mirada de Gabriel Palumbo
Despedida. Activo colaborador de estas páginas como crítico de arte durante años, el sociólogo y curador murió tempranamente a los 56 años.
Conmocionados e incrédulos, recibimos en la redacción la noticia de la temprana muerte de Gabriel Palumbo, a los 56 años, a raíz de un cáncer. Su lucidez, entusiasmo y una especial disposición a embarcarse en aventuras periodísticas a contrarreloj lo convirtieron en un asiduo colaborador de estas páginas, como crítico de artes visuales, aunque en las conversaciones de sumario que inercambiábamos cada semana bromeábamos con que lo “íbamos a sacar cronista”.
Formado en Sociología, disciplina en las que también era profesor en la Carrera de Ciencias Política de la UBA, publicó el ensayo “El mejor presidente de la historia. Una mirada liberal y pragmatista al populismo kirchnerista”, y ejerció como columnista, pero supo poner su ductilidad y valoraciones a disposición de mostrar el trabajo tanto de artistas consagrados como de expresiones emergentes. Antes, había estudiado en las escuelas de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón.
En las redes siguen apareciendo los recuerdos de los artistas con quienes forjó, a través de los encuentros para sus artículos, vínculos cercanos. “Gracias por tu mirada y tu escritura, tan contributiva al tejido cultural de nuestra escena”, escribió Alicia Herrero, junto a una imagen que los muestra juntos, sonrientes, durante un montaje en el Museo Sívori. “Con enorme tristeza despido a Gabriel Palumbo, admirado crítico de arte y divina persona. QEPD”, dijo Gaspar Libedinsky en un posteo que acompañó con la foto del crítico delante de su instalación de plumeros, durante su retrospectiva en el Decorativo. “Una gran pérdida. Abrazo a su familia”, comentó Silvia Gurfein.
Observador culto, Palumbo forjó además un camino como curador. Durante el último verano, trabajó en la curaduría de una retrospectiva del artista argentino Jacques Bedel en el Museo de Bellas Artes de Chile, en Santiago, junto a Florence Baranger. Allí mismo, a fin de 2022 había expuesto una interesante ponencia en el Congreso AICA/AACA como miembro de la Asociación Argentina de Críticos de Arte, en la que era un activo impulsor de proyectos.
En su despedida, personalidades del periodismo, la política y la cultura no daban crédito a la pérdida inesperada. Junto a su pareja, la historiadora y diputada de Juntos por el Cambio Sabrina Ajmechet, con quien tuvo una hija, lo despidieron desde Graciela Fernández Meijide hasta el ex ministro de Cultura Hernán Lombardi, entre colegas intelectuales. Y también galeristas, quizás porque en sus textos había sabido observar, como parte de sus consideraciones, la profesionalización en la labor de las galerías de arte contemporáneo de la escena local.