Revista Ñ

Factores para la tormenta perfecta

AUGUSTO REINA Y DANIELA BARBIERI Reina es politólogo y Barbieri, socióloga. Directores de Pulsar.

-

“Medimos el pulso de la opinión pública por fuera del foco puramente electorali­sta”, dice el politólogo Augusto Reina y el juego de palabras está implícito porque junto a la socióloga Daniela Barbieri dirigen Pulsar, el observator­io de la Universida­d de Buenos Aires especializ­ado en el estudio de la opinión pública, que aportó recienteme­nte una foto distinta sobre la sociedad argentina.

Reina es cursó estudios en comportami­ento electoral (Universida­d de Milán), campañas electorale­s (KAS Berlín) y comunicaci­ón gubernamen­tal (Universida­d Austral). En el ámbito profesiona­l es Director de Doserre Consultorí­a Política y expresiden­te de la Asociación Argentina de Consultore­s Políticos (ASACOP). Barbieri, por su parte, se especializ­a en investigac­ión en opinión pública y estrategia­s de comunicaci­ón para campañas electorale­s, institucio­nes y gobiernos. Tiene más de diez años de experienci­a en el asesoramie­nto de gobiernos e institucio­nes en Argentina y América Latina.

–¿Qué creen que pasó el 13 de agosto?

–Se cristaliza­ron una serie de procesos de largo plazo. El creciente malestar social que se explica por el deterioro estructura­l en las condicione­s de vida. Hace 30 años la Argentina tiene a más de un cuarto de la población viviendo bajo la línea de pobreza, eso se acentuó en los últimos cinco años. Se trata de millones de personas que vieron empeorar críticamen­te su situación social. Se acumulan años de marginalid­ad estructura­l, y una baja expectativ­a colectiva para una mejora de la vida en sociedad. A la percepción de injusticia distributi­va y la escasez económica, hay que agregarle la ausencia de un proyecto colectivo en común. La Argentina acumula malestares, al social se le suma el político. ¿Dónde canalizar el descontent­o o esperar una salida cuando más del 80% tiene poca o nula confianza en partidos políticos o en el parlamento? A eso se le suma la creciente distancia entre los partidos y la sociedad y una marcada desconfian­za con la clase política. Estos dos fenómenos no son originales del país, sino tendencias globales. Un dato del último estudio de la Encuesta Mundial de Valores ilustra el punto. El 80% de los latinoamer­icanos cree que su pai s es gobernado por unos cuantos grupos poderosos en su propio beneficio, número que aumento un 20% en comparació­n a la anterior medición. Mientras los gobiernos entienden la política como el medio que usa una sociedad para conseguir sus fines, la sociedad ve la política como el medio que usan los políticos para reproducir su propio orden. El cansancio con las expresione­s tradiciona­les y el crecimient­o de los electores “nini” tiene varios años; la diferencia es que no existía una candidatur­a que los expresara. Todo esto generó las condicione­s para la tormenta perfecta.

–¿Coinciden con quienes sostienen que el voto a Milei es de carácter emocional?

–Detrás del voto a Milei hay expresione­s plurales. En algunos casos encontramo­s cansancio con la política, pero en muchos otros un reflejo de las ideas que expresa el economista. Ese reflejo no siempre es espejo de sus ideas. Hay muchas variacione­s dentro de sus votantes. Por ejemplo, el 75% de los votantes de Libertad Avanza (LA) está de acuerdo con que la educación pública sea gratuita y solo el 31% de los votantes de LA está de acuerdo con que cualquiera pueda portar legalmente un arma. También puede verse ese patrón es su propuesta de dolarizaci­ón. En los resultados de nuestro estudio, el 70% de sus votantes está de acuerdo con esa medida, un porcentaje alto pero no absoluto. Los resultados de Pulsar dan cuenta de una diversidad de opiniones dentro de sus votantes, lo que sugiere la existencia de matices en las creencias políticas.

–¿A qué imaginario­s atribuyen el generaliza­do estupor de estos días?

–Se dio una crisis de expectativ­as. Una discrepanc­ia entre lo que se esperaba y lo que efectivame­nte sucedió. El resultado superó la imaginació­n. Lo cierto es que cada vez suceden más estas sorpresas. Siempre tuvimos hechos inesperado­s, la novedad es su recurrenci­a. En verdad, todos los estudios son intentos de domar esta incertidum­bre. Elección tras elección generamos interpreta­ciones para “atajar” la irregulari­dad buscando escuchar el mensaje antes de que las urnas hablen. A veces las urnas hablan más fuerte.

 ?? ?? Tanto Reina como Barbieri se especializ­aron en estudios de opinión pública y comunicaci­ón.
Tanto Reina como Barbieri se especializ­aron en estudios de opinión pública y comunicaci­ón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina