Diálogo sobre la comunicación
Compilación de dos expertos en medios alternativos, con artículos de periodismo comunitario y popular, y desde una perspectiva feminista.
El libro Comunicación popular y alternativa, una revisión dialogada (Mil Campanas), editado por Claudia Villamayor y Natalia Vinelli, académicas e investigadoras de amplia trayectoria en el campo de la comunicación alternativa, reúne nueve artículos escritos por especialistas mujeres –algo que se resalta en la contratapa– que abordan diversos aspectos dentro de un campo de estudios muchas veces invisibilizado. Los medios comunitarios, alternativos y populares ganaron visibilidad hace una década.
Estas experiencias comunicacionales se plantean como sin fines de lucro y con objetivos que apuntan a disputar el sentido común dominante. Plantean la necesidad de comunicar ciertos discursos que no tenían hasta el momento un lugar en los medios masivos. Este libro indaga en diferentes prácticas que van desde la comunicación contrahegemónica en Cuba o Colombia pasando por experiencias locales, el rol de los pueblos originarios o las cada vez más presentes reivindicaciones feministas.
“Las nociones de comunicación alternativa y popular son la expresión de un hacer político que contiene un modo de pensar”, sostienen Villamayor y Vinelli quienes abren el volumen con un texto dialogado.
Otro aspecto interesante llega a la hora de pensar cómo los medios alternativos podrían aportar ideas frescas para la renovación de ciertas prácticas comunicacionales algo anquilosadas: “Los medios populares pueden aportar otras formas de organizar las rutinas periodísticas”, sostienen.
A lo largo de diversos artículos, el análisis se profundiza y se vuelve cada vez más específico en torno a diferentes experiencias, estudios de caso y análisis de desafíos contemporáneos. La doctora en Comunicación Daniela Monje analiza cómo la comunicación comunitaria y alternativa argentina se plantea serios problemas a la hora de intentar apropiarse de nuevas tecnologías convergentes con asimetría en comparación a los medios hegemónicos. Algo que caracteriza como apropiaciones periféricas.
La doctora en Ciencias Sociales Gabriela Bustos realiza uno de los análisis más originales al indagar en torno a los noticieros cinematográficos latinoamericanos del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinema
tográficos (ICAIC) durante la década del 60. Otro análisis de caso es el de Radio Gráfica. Ubicada en el corazón del barrio de Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires, su historia es reconstruida por Úrsula Asta quien cuenta cómo nació esta experiencia de radiofonía alternativa al interior de una fábrica recuperada.
Liliana Elizondo investiga y reflexiona sobre los medios comandados por pueblos originarios y señala: “El Antropoceno y sus consecuencias se relatan en los medios comunitarios o indígenas”. Algo que, en tiempos donde se vive el agosto más caluroso en 117 años, no deja de perder vigencia.
Sendos artículos profundizan sobre el binomio comunicación alternativa y feminismo. Romina Coluccio encuentra dos principales preocupaciones al respecto: cómo se construyen ciertas agendas y cuáles son los modos de organización. Sandra Chaher, por su parte, aporta datos clave para pensar los roles de género en los medios porteños. Afirma que el promedio de mujeres en medios de CABA es del 33% mientras que el porcentaje femenino en cargos jerárquicos en medios cooperativos asciende a 55%.
En uno de los últimos textos, Natalia Vinelli, una de las principales referentes argentinas en los estudios de comunicación alternativa, delinea un repaso histórico y señala algunos hitos dentro de la historia de la televisión alternativa argentina.