Novedades editoriales
EN CUATRO PALABRAS
Pablo Pschepiurca
(Paradiso Ediciones)
Reconstruye la historia de cuatro migrantes, por persecución política o por amor o desencanto, desde la actual Polonia, o bien huyendo de la hambruna y los pogromos de lo que hoy constituye Ucrania. Cuatro migrantes que en efecto existieron y que murieron en la ciudad de Buenos Aires entre 1934 y 1953. Si bien se trata de una novela alejada de la estricta búsqueda biográfica, Pablo Pschepiurca recrea en estas páginas una imaginaria pero verosímil genealogía familiar, la de sus cuatro abuelos. Los relatos de las vidas de estos cuatro personajes, hasta que cada uno aborda el vapor que lo llevará al puerto de Buenos Aires, se despliegan libres y arbitrarios, aunque rigurosamente confrontados con información documentada, con el afán de mirar hacia atrás para encontrar un lugar propio en la historia.
TRENES VACÍOS
Ana Caldeiro
Azul Francia Editorial
Opinó Josefina Delgado: “Un mundo en decadencia, una naturaleza de a ratos refugio pero finalmente infierno. Las manchas blancas en las hojas, los perros enfermizos, las moscas que podrían impedir el paso de un visitante del cementerio, la pobre gallina parda comida por las hormigas, y los trenes a los que algún día habrá que subirse y no volver. Para no morir. Trenes vacíos encierra, desde el mundo de la ficción, una paradoja y a la vez una metáfora. Sin duda es el lector, a quien la autora lleva de la mano, quien tiene que elegir cómo desanudar ambas. Con temor, como se dice en la dedicatoria, pero también con el amor hacia la fantasía que nos interpela. Y no podemos dejar de leer, hasta interrogarnos a nosotros mismos”.
MALNACIDOS
Natalia Villamil
Hasta Trilce
Por más que haya tierras por recorrer y montes por andar, los alambrados son una trampa letal. Hay que desalambrar para poder seguir viviendo y estar mejor. “En el poderoso debut narrativo de Natalia Villamil, de una crudeza tanto rural como universal y de un lirismo propio del paisaje que refleja. La letra que más aparece, la letra que más se destaca es esa “M” del título: la “M” de Malnacidos. “M” de Mamá. “M” de Marta. “M” de Mari. “M” de Mugre. “M” de Muerte. Así, nacidas y nacidos sin alas, cuando aparezca la tristeza de esa letra como protagonista; en lugar de vivirse como la posibilidad de un cohete a la luna se va a sentir como un ancla a ese mar seco, a esa tierra amarga, a ese paraje bíblico en el que Villamil dibuja, pinta, muestra un caligrama, un bolero, un locro western único”, escribió Leonardo Oyola.