Un mundo de copiones
Ensayo. La artista Leticia Obeid ofrece una autobiografía creativa y discute, por medio de casos y ejemplos, la filosofía y práctica de la copia.
Cuando Taylor Swift decidió regrabar sus primeros discos, le encontró la vuelta a un asunto filosófico antiguo: ¿dos cosas pueden ser exactamente iguales si no son la misma? Los diamantes de Leibniz reviven hoy como el asunto principal de Galería de copias, el último libro (¿de ensayos?) de Leticia Obeid. “La copia, ADN perverso, ubicuo, está ‘en todo’ (el aprendizaje de la lectoescritura, las danzas árabes, la falsificación de documentos, el karaoke, las razas de perros, el doblaje, los rituales espiritistas, las remakes…)”. Estas palabras de Alan Pauls en el prólogo podrían hacer pensar que estamos frente a un libro con la aspiración cosmológica de los cuentos de Borges, o de artistas que verdaderamente entraron en la corriente de la intricación metafísica, como Fabio Kacero.
Al revés, Galería de copias es un libro muy legible y sus asuntos son los de este mundo. El libro podría tener otra familia, entonces: ensayos teóricos, breves o autoficcionales, escritos por artistas, y con un sesgo a la pedagogía, como Historias del Arte de Diana Aisenberg, Ikebana Política de Claudia del Río y Video Green de Chris Kraus. Este último es un libro sobre la escena artística angeleña pero narra sus experiencias como docente en una escuela de arte. Ikebana… es más abarcativo, también más disperso, y es el que más se acerca de los tres al libro de Obeid.
El clásico de Aisenberg no necesita comentario, pero tampoco se puede obviar. Lo que todos estos libros tienen en común es que parten de las experiencias personales de sus autoras, estén o no escritos en un estilo de prosa personal. Obeid también toma como punto de arranque sus trabajos, de manera que el libro es a su manera una autobiografía creativa.
Los problemas que trata se remontan entonces a distintas épocas, y no son siempre los más recientes. No es culpa del libro, sino del sistema de instituciones que lo alimenta de tramas, de conceptos. Los museos, sus agendas y sus conexiones financieras; las formas de mostrar arte. Los dilemas del trabajo de los artistas. Son los temas de siempre. Pero la forma de encaminarlos tiene algo escurridizo, que es muy actual. Eso genera una divergencia. La única forma de escribir sobre video arte y que parezca un asunto de hoy sería usar el lenguaje crítico de 1950. (Sería como ir a un bar de Retiro, de los antiguos, y preguntar qué pasó que no venden cospeles en ningún kiosco).
Al revés, en este libro los temas parecen ruinas, fósiles. La filosofía de la copia vence al fantasma del lugar común. Escribir sobre objetos intelectuales ya gastados por la prosa periodística, como Taylor Swift, diluye la atención, como al ver un dibujo fotocopiado muchas veces.
Si está hecho de copias, el libro también tiene voces originales. Textos firmados, que podrían ser el resultado de entrevistas, como esbozos de una pequeña histode
ria oral, de artistas como Fátima Pecci Carou, Ana Gallardo, y otras personas. El hilo común es la copia. “Al menos una vez al día escucho la palabra copia”, dice Pecci Carou, recordando el incidente que tuvo algo de repercusión en 2021, cuando un streamer suscitó una polémica sobre sus pinturas y el fan art, que terminó en una catarata de ataques en su cuenta de Instagram. Ana Gallardo en su participación cuenta anécdotas personales, sobre su madre, que había tenido vocación de artista pero no había podido darla a conocer (y solo hacía copias entonces) y su propia formación (y sus malas experiencias) con los profesores de pintura de la época.
El temario a veces baila entre sueños y realidad. El libro puede ponerse más veloz, en un viaje en taxi contado con la estructura de un diario de entradas brevísimas, o digresivamente lateral y detallado (como decía Gramsci de la guerra de posiciones). Pero la avalancha de información llega sin esfuerzo, o quizás es que así como llega se va. Un libro que presume de que toda información es copiada aliviana la tarea de los involucrados, la escritora y sus lectores.