Las mujeres del clan Presley, protagonistas
Daisy Jones & The Six. La actriz Riley Keough, nieta mayor de Elvis, hace honor a sus genes en el papel de cantautora y líder de una banda musical.
Elvis no ha muerto: la elvismanía o devoción por aquel Adonis del zorzal en su garganta y rey del rock & roll mundial pervive, tanto en espíritu como legado –no solo artístico–, ahora las mujeres del clan Presley son protagonistas. Su nieta mayor, la actriz Riley Keough –seudónimo de Danielle Riley Presley Keough e hija de Lisa Marie P.– muestra con su virtuosismo esos genes privilegiados: es magnética, su herencia evidente da un toque especial a su papel de cantautora en la serie y líder de la banda musical homónima, Daisy Jones & The Six (Prime Video).
Esta temporada de premios Daisy Jones… resurge con numerosas candidaturas a los Golden Globes, Critic’s Choice Awards, TCA y Emmy, en múltiples e importantes categorías como mejor actriz y mejor miniserie. Del reparto –nominada en esa terna–, deslumbra la actriz Camila Morrone; revelación argentina-estadounidense. Es formidable su personificación de una fotógrafa latina; novia y luego esposa de Billy Dunne, vocalista principal del grupo.
La serie plantea ir al pasado, en plena vorágine y contexto caótico, cuando esta banda alcanza el éxito de un fugaz fenómeno cuyo auge la posiciona como “la más afamada del planeta”, argumentan. Pero su gira resulta debut y despedida, peripecias previas al último show en Chicago. Basada en el libro Todos quieren a Daisy Jones (2019) de Taylor Jenkins Reid, autora best seller, guionista y productora de TV; cuenta una historia verosímil a nivel universal: aplicable a cualquier música dotada, aun dentro del siglo XXI.
La celebridad hollywoodense Riley Keough (actriz de Mad Max: Fury Road) es Daisy Jones: nueva líder de la exbanda The Six, despliega su fuerte voz y carisma con esplendor. Su coequiper es el actor británico Sam Claflin. Billy Dunne brilla en la banda, hasta que Daisy lo desplaza. Ambos intérpretes demuestran su versatilidad al cantar con sus voces originales, tocar instrumentos y devenir compositores del grupo. Al punto que paralelo a la ficción se lanzó el promocional Álbum completo del único disco de la banda Daisy Jones & The Six.
Según Jenkins fue clave la figura e influencia de Stevie Nicks para crear su Daisy, de vocación precoz y con la libertad por estandarte. La trama toca temas profundos y controvertidos, desde la rebeldía e inconsciencia juvenil hasta el aborto, abuso sexual; las drogas, adicciones, fiestas; amistades, peleas y desilusiones mediante esa atmósfera rockera a fines de los años 70 e inicios de los 80.
El furor por la miniserie además radica en su fotografía, donde ambientaciones retro junto al vestuario retratan bellezas del tipo vintage y hippie chic de antaño. Mérito de su talentosa vestuarista Denise Wingate, quien trabajó en producciones audiovisuales como Melrose Place y Juegos sexuales. Wingate expresó preocuparse por el realismo de los trajes, que no parecieran disfraces: estudió referencias genuinas hasta hallar prendas originales u otras, encargadas a medida.
Por momentos su formato narrativo recrea un documental y oculta su esencia ficcionalizada para meterse de lleno en los 70, usa el cinemascope con filtros tonales que marcan recurrentes flashbacks junto a flashforwards; realzan la puesta.
Son diez capítulos de alternada dirección entre James Ponsoldt, Nzingha Stewart y Will Graham; una docena de guionistas; Reese Witherspoon es productora ejecutiva. Deleite para melómanos y amantes de la moda, también atractiva para interesados en relatos menos convencionales. Hacia el final, un giro inesperado revela lecciones sobre los deseos y su concreción.